El Lago de la Media Luna, también llamado Yueyaquan en chino o Crescent Lake en inglés, es un peculiar y hermoso lago situado unos 6 kilómetros al sur de la ciudad de Dunhuang, escondido y abrazado por una inmensa duna. El agua de este lago es tan pura y clara que desde lejos brilla como si se tratara de una piedra preciosa engarzada en un mar de arena.
A sus orillas se levanta una pagoda construida según los cánones de la arquitectura tradicional de los chinos Han. Una calle llena de puestos de souvenirs conduce desde la entrada al complejo. Muchos turistas llegan hasta aquí montados en camello, en excursiones organizadas por el propio complejo.
De manera casi milagrosa este lago lleva aquí miles de años, resistiendo el clima seco y árido, aunque se encuentra sumido en un proceso lento pero inexorable de desecación. Las mediciones revelan que en las últimas décadas su volumen y extensión han ido menguando.
En la década de los 60 la profundidad media del lago era de entre 4 y 5 metros; cuarenta años después se había quedado en tan solo 0,9 metros: era la señal de alarma. En 2006, el gobierno local con la ayuda del gobierno central empezó a llenar el lago y restaurar su profundidad. La profundidad y tamaño de este singular oasis chino han aumentado año tras año desde entonces.
Fuente: ViajarAsia.com
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