La última en hablar públicamente de sus problemas ha sido la actriz Kim Novak, que ha confesado que sufre un trastorno bipolar
Ser una estrella no implica alejarse de los problemas del resto de los mortales, y mucho menos de los de salud. Lo que sucede es que a ellos, en muchas ocasiones les resulta mucho más complicado confesar lo que les ocurre.
Alguno, en un alarde de valentía se ha atrevido a decir a voz en grito que no se encuentra bien y que no todo es perfecto en un camino que para muchos lo parece.
La última en hablar públicamente de sus problemas ha sido la actriz Kim Novak, que ha confesado que sufre un trastorno bipolar. Y lo ha dicho claramente: “Soy bipolar… pero ahora hay medicinas que puedes tomar. No me lo diagnosticaron hasta hace poco”.
No ha sido ni la primera ni la única. Hace cerca de un año era Catherine Zeta Jones quien confesaba que sufría esta misma enfermedad en grado 2 y, con tratamiento, parece que ya tiene todo bajo control, lo mismo que Ben Stiler, Mel Gibson o Lindsay Lohan, también bipolares diagnosticados.
Pero no solo de bipolaridad padecen los famosos. Los hay, como Hugh Laurie que sufre depresión. Otros, como Amanda Seyfried, sufren o han sufrido cuadros de estrés y ansiedad. O como David Beckham, que tiene un Transtorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y ha confesado que siente la imperiosa necesidad de tener las cosas en la nevera en números pares entre otros síntomas de esta dolencia.
Fuente: eldiariomontanes.es
Artículos relacionados
Etiquetas: bipolaridad, famosos