Una “casa inteligente” o comúnmente llamada “domótica”, casi mato a sus dueños quienes estaban realizando algunos juegos sexuales en el dormitorio. La pareja fue atacada por una instalación domótica que no los reconoció como los legítimos propietarios, solo por llevar mascaras que tapaban sus rostros.
Todo se origino por el deseo de pasar un buen rato y probar algo distinto en la intimidad de la pareja, pero en vez de eso Walter y Jessica Daylis fueron victimas de su propia “casa inteligente” que, mediante el sistema de análisis de datos de la computadora central, no supo interpretar los “juguetes sexuales” de sus dueños.
Cuando la mujer se puso una mascara negra y entro al cuarto para sorprender a su pareja, el hogar digital la percibió como un malviviente y tomo las medidas necesarias para neutralizar el ataque. El sofisticado sistema de protección de la propiedad lanzo gases soporíferos para que los eventuales ladrones no puedan huir y pudieran ser atrapados por la policía. En consecuencia, los dueños de casa terminaron inconscientes hasta que llegaron las fuerzas de seguridad.
Recién en el hospital recobraron el sentido y los médicos les aseguraron que escaparon muy cerca de la muerte ya que ambas personas corrieron el riesgo de no vencer las consecuencias de la asfixia.
Fuente: robotikka.com
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