Se trata de “Nico”, un autómata creado y diseñado por científicos de la Universidad de Yale, y que en poco tiempo mas tendrá una importante prueba, que puede llegar a parecer muy común para cualquier persona: quedarse frente a un espejo, y reconocerse a si mismo.
Lo que se pretende como objetivo es que el robot pueda usar un espejo para reconocer e interactuar con objetos cercanos, de la misma forma que lo hace una persona común. Por estos días, Nico reconoce un reflejo de su propio brazo robótico, y basándose en eso, logra interpretar el espacio a su alrededor. Aunque se pretende seguir afinando el programa dentro del dispositivo para que pueda saber exactamente que esta viendo al pararse frente al espejo.
El investigador Justin Hart, quien se encuentra detrás del ambicioso proyecto, señala que el principal reto será que Nico pueda reconocerse valiéndose solamente de su apariencia. Antes de este proyecto, ya han existido pruebas similares, pero nunca se ha intentado superar la prueba del “espejo completo”.
Los resultados de la prueba se publicaran mas adelante, cuando se espera que la prueba sea superada con éxito.
Fuente: robotikka.com