A pesar de su aspecto actual, unas ruinas de una vieja iglesia entre brumas, la Abadía de Holyrood, en la ciudad de Edimburgo, ha jugado un papel fundamental en la historia de Escocia y su secular lucha con los vecinos del sur, los ingleses. Todo está narrado en sus piedras mohosas y en los ecos de sus restos abandonados.

Construida por el rey David I en el siglo XII, la Abadía formaba parte del Palacio de Holyrood, que sí ha logrado sobrevivir al paso del tiempo. Su nombre procede de una deliciosa leyenda: el rey escocés sufrió un grave accidente mientras cazaba por los bosques de la región y estuvo a punto de morir hasta que apareció un ciervo con una cruz iluminada entre sus cuernos que le salvó la vida. En agradecimiento, el rey se comprometió a construir una abadía dedicada a la Santa Cruz: The Holy Rood.

La abadía fue originalmente una gran estructura con grandes torres panorámicas y una gran nave central, no muy lejos del Castillo de Edimburgo. La gloria de este lugar se vino abajo durante los siglos XVI y XVII, cuando sufrió daños irreparables derivados de las guerras entre ingleses y escoceses.

Recibió la puntilla durante la gloriosa revolución cuando en 1688 una turba incontrolada saqueó la iglesia y destruyó el techo de la abadía en 1688. El edificio quedó arrasado, quedando en el estado que hoy lo vemos. La imagen puede resultar desoladora, pero también es un fabuloso testimonio de la historia de la ciudad, lleno de encanto y cierto misterio. Imprescindible en tu visita a Edimburgo.

Fuente: EscapadasEuropa.com





Etiquetas: , , , ,

Escriba su comentario (no aparecerá publicado hasta su aprobación):

You must be logged in to post a comment.