De esta manera, la empresa japonesa registrará en su ejercicio fiscal que concluyó el pasado 31 de marzo las pérdidas más elevadas de sus cien años de historia, debido principalmente al comportamiento y al proceso de reestructuración de su negocio de pantallas LCD.
Asimismo, prevé que las ventas netas alcancen en el conjunto de su último ejercicio los 2,45 billones de yenes (23.050 millones de euros), un 3,9% menos que los 2,55 billones de yenes (24.000 millones de euros) que recogían sus últimas previsiones financieras publicadas el pasado 1 de febrero.
De confirmarse finalmente estas estimaciones, el beneficio neto de la compañía en su último año fiscal contrastaría con los 19.401 millones de yenes (182,6 millones de euros) que ganó el ejercicio previo, mientras que las ventas descenderían un 18,9% en comparación con los 3,02 billones de yenes (28.433 millones de euros) que ingresó el año anterior.
“La compañía ha revisado su previsión de resultados financieros consolidados anunciada el 1 de febrero de 2011, lo que refleja el retraso en los envíos de pantallas LCD para terminales móviles y los costes de reforzar las bases de su negocio relacionadas con la reestructuración de su división “de gran tamaño” de LCD”, explica.
Fuente: elEconomista.es
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