Escocia deberá retirar un anuncio que presentaba a los dos pandas gigantes del zoo de Edimburgo como un regalo de Pekín para destacar las buenas relaciones con China, anunció hoy el regulador británico de publicidad.
La pareja de pandas, el macho Yan Guang (sol) y la hembra Tian Tian (dulce), llegaron el pasado diciembre al zoo de la capital escocesa, donde estarán durante diez años a cambio de un alquiler de 700.000 libras anuales (unos 815.000 euros) a cargo de la Sociedad Zoológica de Escocia, propietaria del recinto.
Aprovechando la llegada de los animales a Edimburgo, el Gobierno escocés publicó un anuncio en el que decía que, “en un gesto de amistad tras cinco años de conversaciones políticas y diplomáticas, China regala dos osos pandas para que vivan en Escocia”.
Varias asociaciones de defensa de los animales presentaron quejas ante el regulador británico de la publicidad (ASA, en sus siglas en inglés) porque consideraban que el anuncio daba a entender que la cesión de los animales había sido gratuita.
El Gobierno escocés respondió que ni Edimburgo ni Londres pagarán dinero por los pandas a las autoridades chinas, sino que serán los propietarios del zoo de Edimburgo los que ingresarán la cantidad acordada a la Asociación de Protección de la Fauna y la Flora China.
Sin embargo, ASA dio la razón a los demandantes y ha prohibido a las autoridades escocesas publicar de nuevo el anuncio por considerarlo “engañoso”.
“Los consumidores interpretarán la palabra ‘regalo’ como si los pandas se hubieran dado gratuitamente. Aunque el Gobierno escocés no haya hecho ningún pago, la suma aportada por la fundación que dirige el zoo debe considerarse un acuerdo comercial”, apuntó el regulador.
La pareja de pandas llegó a Edimburgo el pasado 4 de diciembre procedentes de una reserva de Sichuan (China) y se convirtieron en los primeros ejemplares de esta especie que residen en el Reino Unido en 17 años y en la atracción estrella del zoo de la ciudad.
La semana pasada, coincidiendo con el periodo de ovulación de Tian Tian, los cuidadores unieron su recinto con el de Yan Guang para intentar que tuvieran descendencia, algo bastante raro en cautividad.
Aunque los esfuerzos fueron infructuosos, los responsables del zoo resaltaron que las señales de atracción mutua entre ambos animales les dan esperanzas con vistas a conseguir el apareamiento el año próximo.
Fuente: eldiariomontanes.es