No pasa por un buen momento personal. Después de cinco años de matrimonio con Nicolás Vallejo-Nágera, Paulina Rubio se enfrenta a un complicado proceso de divorcio. “Un momento muy triste”, según confesaba ella misma hace poco menos de un mes, “y más cuando hay un niño de por medio”. Por eso, durante este difícil trance la ‘chica dorada’ ha decidido refugiarse en sus dos grandes consuelos: su trabajo y su hijo.
Esta semana, Paulina se ha presentado en rueda de prensa para hablar del gran concierto que prepara para el próximo 27 de abril en la recién inaugurada Arena Ciudad de México. La cantante ha prometido emocionada un espectáculo con muchas sorpresas en el que ha sido su primer encuentro con los medios desde que, a mediados de marzo, el padre de su hijo pidiera oficialmente el divorcio en Miami. “El escenario es una pirámide gigantesca en donde utilizamos diferentes proyecciones”, dijo la artista, para luego explicar que el show está inspirado en las profecías mayas para este año: “Creo que se refieren a que será el principio del fin de la nueva era, algo que nos va a llevar a ser mejores y más espirituales”.
Pese a la gran desilusión que ha supuesto para ella su separación, Paulina asegura que la música le ha ayudado en momentos difíciles y que quiere ofrecer su cara más ‘brava’ (adjetivo que da nombre a su último disco) sobre los escenarios. “Brava es connotación de ilusión, de fuerza, nunca nada negativo. Yo lo negativo siempre lo dejo en el pasado y trato de empezar desde cero”, agregó.
Además de la música, su hijo también la ayuda a salir adelante: “Estoy en una nueva era, he crecido, he cerrado un ciclo en diciembre. Me encuentro bien, con mucha ilusión. Tengo la fortuna de tener a mi hijo de 16 meses, una luz blanca que es el motor que me da fuerzas para seguir adelante. No me separo de él y no habrá nadie que me separe de mi niño, lo demás no me importa”. Además, el pequeño ya ha mostrado interés por la música, pese a su corta edad: “Le gusta mucho. Quizá es pronto para pensar en eso, pero sí tiene mucho interés”, dijo su madre. “No lo llevo mucho a mis conciertos, porque normalmente estos son de noche y él se duerme a las ocho, pero cuando ha estado presente reacciona de una manera impresionante.”
Luciendo un vestido Balmain multicolor y unas gafas grandes, Paulina declaró que tras la muerte de su padre, el abogado Enrique Rubio González, en enero de 2011 el dolor le hizo valorar más la vida. “Tengo mucha fe y le doy gracias a Dios por mandarme lo que él cree que es bueno para mí”, dijo la mexicana, quien manifestó sentirse en un momento de madurez artística. “Cada canción me da la oportunidad de querer salirme de mi zona de confort y de compartir con mi público cosas que me pasan. Estoy creciendo constantemente y aún me faltan mucho proyectos y deseos por cumplir a nivel personal”, agregó. “Quiero tener más hijos, por ejemplo. Quiero seguir trotando por el mundo, para mí es muy importante viajar, conocer nuevas culturas de la mano de mi niño siempre y eso es lo único importante.”
A pesar de haber fracasado en su matrimonio, la cantante aseguró que sigue creyendo en el amor y que incluso se volvería a casar. Comentó que se morirá creyendo en el amor ya que “es lo único que te llevas cuando te mueres”, “Lo más fuerte ya pasó. Mi familia me da la fuerza, estoy muy unida a ella y por eso enfrento la vida con ilusión y fe para seguir adelante, ni la muerte me detiene”.
Paulina también actuará en los premios Billboard el próximo 26 de abril en el Bank United Center de Miami, al lado de grandes artistas como Don Omar, Juanes o Jenny Rivera. Actualmente promociona Me voy, segundo sencillo de Brava!, que compuso junto al cantautor Espinoza Paz. El vídeo musical del tema en inglés Boys will be boys lo filmó en Londres hace unas semanas.
Fuente: hola.com
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