Microsoft ha presentado Surface, propio tablets. La compañía ha mostrado dos versiones de este nuevo dispositivo, llamado a catapultar a Microsoft en un sector en el que parte de cero. Surface tiene por delante un largo camino, en el que tendrá que hacer frente a retos que van desde combatir al iPad hasta conquistar al sector empresarial.
Surface cuenta con dos modelos, uno con Windows 8 RT y otro con Windows 8 Pro. Aunque ambos modelos tienen pantalla de 10.6 pulgadas, Microsoft ha escogido distinto hardware, AMD e Intel, y parece haber enfocado cada modelo a un segmento distinto. Surface promete aprovechar las posibilidades de la interfaz Metro y destaca por sus fundas inteligentes, Touch Cover y Type Cover, rasgos que podrían diferenciar el dispositivo de la oferta actual.
El anuncio de Microsoft ha hecho que la industria en general especule con las posibilidades de Surface, con su posible éxito o fracaso. El analista de Informa Telecoms & Media David McQueen ha analizado los distintos retos de Surface que posiblemente determinarán su éxito, aspectos claves en la estrategia que tendrá que desarrollar Microsoft.
Para empezar, la presentación de Surface ha hecho que el dispositivo tenga una importante responsabilidad. Se trata del primer terminal propio de Microsoft para el lanzamiento de Windows 8, de forma que tendrá la responsabilidad de demostrar el potencial del sistema.
McQueen ha comentado que por el momento no se ha comentado la fecha de lanzamiento de Surface, pero se espera que acompañe a Windows 8. “Microsoft tiene como objetivo mostrar la todas las capacidades y beneficios de Windows 8 en este dispositivo tablet”, ha explicado.
Microsoft Surface tendrá la responsabilidad de demostrar que Windows 8 cumple las promesas de rapidez y agilidad que había hecho Microsoft. Además, los dos tablets tienen el reto de mostrar a todos los consumidores que Metro es una interfaz a la altura de los sistemas móviles actuales, adaptando el potencial de Windows Phone al mundo tablet.
Incentivo para fabricantes
Muchos se mostraban escépticos sobre la posibilidad de que Microsoft presentase un terminal propio con Windows 8. La compañía tradicionalmente había confirmado en otros fabricantes para el lanzamiento de sus sistemas, estrategia que esperaban que se mantuviese con Windows 8. Sin embargo, la compañía ha decidido crear un terminal propio capaz de explotar su sistema, de manera que cualquier duda sobre Windows 8 quede aclarada desde el principio.
Después de confirmarse la llegada de Surface, las dudas se han trasladado al hecho de que pueda frenar la apuesta de otros fabricantes. Microsoft podría privilegiar su propio tablet sobre los modelos de otros fabricantes, lo que haría que se frenase el interés por crear dispositivos con Windows 8. Además, si el dispositivo de Microsoft no triunfa, los fabricantes podrían decidir no confiar en el sistema y abandonar sus planes de desarrollo.
Para David McQueen Microsoft ha arriesgado, pero no ha desarrollado una estrategia sin precedentes. El caso de la compañía es similar al de Google cuando lanzó los primeros smartphones Android. La compañía del buscador optó por encargar un modelo propio, la gama Nexus, que ha tenido varios modelos hasta el momento.
Lejos de frenar la adopción de Android, la gama Nexus ha sido responsable de incentivar a más fabricantes a decidirse por el SO móvil de Google. La compañía ha conseguido demostrar que Android es un sistema potente y Nexus ha sido paradigma de dichas posibilidades.
Microsoft Surface podría hacer la misma función para Windows 8, siempre y cuando Microsoft sepa facilitar el acceso al sistema, hecho que es distinto a Android puesto que la licencia de uso no es gratuita. Sin embargo, hasta el lanzamiento de Surface no se sabrá hasta qué punto Microsoft utiliza su ‘tablet’ como ‘gadget’ evangelizador.
Lucha con el iPad
En su llegada al mercado, Surface va a tener que aguantar las comparaciones con el líder desde el principio. El iPad y sus resultados van a ser el baremo con el que se comparará a Surface para conocer sus éxito. El dispositivo de iPad se ha ganado el trono que ostenta y Surface tendrá que sumarse a la ya larga lista de dispositivos que tratan de derrocarlo.
Para David McQueen, el precio será un factor clave en este punto. Microsoft no ha revelado su estrategia de precios para Surface, aunque se sabe que el modelo Windows 8 Pro será más caro que el Windows RT. Sin embargo, un precio competitivo es casi una obligación si Microsoft quiere restar valor al iPad y convencer a los usuarios. Teniendo en cuenta que tiene mucho que demostrar, Microsoft tendrá que conseguir usuarios empezando por el precio.
En cuanto al resto de elementos, Surface no cuenta con tantos rasgos diferenciadores como se esperaba. Por ejemplo, Microsoft ha optado por una pantalla de 10,6 pulgadas, apenas una pulgada más grande que la del iPad. Samsung ya intentó innovar con un modelo de 7 pulgadas, que no ha conseguido imponerse al iPad. Microsoft ha preferido un tamaño más similar y acorde con las necesidades que ofrece.
Del resto de especificaciones, solo destaca la pestaña trasera para mantener el dispositivo en posición horizontal y el uso de stylus, que con el Galaxy Note ha ganado adeptos. El resto de características no difieren, a simple vista de las del iPad. Sin embargo, Microsoft sí ha decidido innovar en un complemento que podría marcar diferencias.
La compañía ha respondido a la aclamada Smart Cover del iPad con fundas que además de proteger el dispositivo dan un valor añadido. Se trata de las Touch Cover y Type Cover, que transforman la funda en un elemento de interacción, que pueden llegar a transformar el dispositivo en un netbook. Este golpe de efecto de Microsoft puede ser uno de sus aciertos, además de un elemento diferenciador y un valor para luchar con el iPad, según David McQueen.
La fragmentación y las empresas
Por último, David McQueen ha analizado dos aspectos más que serán fundamentales para que Surface tenga un futuro prometedor. El primero tiene que ver con el lanzamiento de dos modelos distintos. Microsoft ha presentado varias versiones de Windows 8 y ha confirmado que dichas versiones determinarán los modelos de Surface.
Por el momento hay una versión Windows 8 RT y otra con Windows 8 Pro, con públicos objetivos distintos. Se trata de una distinción ya en el inicio genera fragmentación, un problema que actualmente está teniendo Android. Microsoft tendrá que trabajar para luchar con los problemas derivados de tener versiones distintas de un mismo software, de forma que ofrezca una experiencia uniforme y adaptada dentro del universo Windows.
En este sentido, relacionado con la fragmentación y la variedad de versiones, David McQueen ha señalado que Microsoft también tendrá que trabajar para ofrecer contenidos a los usuarios. Se trata de un factor importante, cuya importancia ya se ha constatado con iOS y Android. La fragmentación puede dificultar esa creación de contenidos, por lo que Microsoft tendrá que destinar muchos recursos e incentivos.
Por último, el analista ha destacado que Surface tiene un reto importante en el mercado empresarial. Hasta el momento las empresas han sido un público discreto para los ‘tablets. Sin embargo, las posibilidades de teclado y Windows 8 de Surface pueden ser vitales para ganarse la confianza de ese segmento.
Para David McQueen, si Surface consigue demostrar su potencial, podría llegar a “desplazar a los notebook y netbook de las oficinas”, lo que sería un éxito que ayudaría a consolidar a Windows 8 y a Surface.
En definitiva, el nuevo tablet de Microsoft tiene un incierto y complejo camino por delante. Microsoft se ha jugado mucho con Surface, cuyo éxito o fracaso puede afectar en el futuro de todo el ecosistema Windows.
Fuente: eleconomista.es