Los Príncipes de Asturias presiden la entrega de los premios Cervantes

Ha sido una edición marcada por las ausencias. Ni el rey Juan Carlos, que se está recuperando de la operación de cadera a la que se sometió tras su caída en Botsuana, ni el premiado, el poeta chileno Nicanor Parra, que dada su avanzada edad (97 años) no ha viajado hasta España, asistieron a la entrega del premio Cervantes. En su lugar: los Príncipes de Asturias, que ya fueron el pasado fin de semana los anfitriones del almuerzo anual que se ofrece en el Palacio Real a los representantes del mundo de las letras con motivo del Premio Cervantes, presidieron en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares la ceremonia y el nieto del escritor, Cristóbal Ugarte, recogió el galardón y leyó unas palabras en nombre de su abuelo, quien regaló su máquina de escribir.

El Premio de Literatura en lengua castellana Miguel de Cervantes se concede cada año el 23 de abril, día en el que se conmemora la muerte del escritor de Don Quijote de la Mancha, así como también la de William Shakespeare, y en el que se celebra el día del Libro. El galardón es concedido por el Ministerio de Cultura de España, a propuesta de las Academias de la Lengua de los países de habla hispana, y está dotado con 125.000 euros. Junto a don Felipe y doña Letizia, que ha mostrado otra vez su elegancia con un abrigo beis con flores en negro y zapatos en color maquillaje, se dieron cita en esta edición del Premio Cervantes, considerado el Nobel de las letras en castellano, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Cultura, José Ignacio Wert; la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, así como la exministra Carmen Alborch.

“Don Quijote no cabe en un fin de semana” eran las palabras del último Premio Cervantes a su nieto, Cristóbal Ugarte, quien ha leído ante los Príncipes de Asturias y todos los presentes unos poemas y antipoemas de su abuelo. El nieto de Nicanor Parra comenzó su intervención con un encargo del escritor chileno, quien ha pedido una “prórroga de mínimo un año” (hasta abril de 2013) para elaborar un discurso “medianamente plausible”. Cristóbal Ugarte ha desvelado algunas curiosidades respecto a su abuelo y su actual residencia, su casa de Las Cruces, en la costa chilena, que está llena de libros:“La mayoría de ellos versiones y estudios del Quijote, pero también algunos libros de la biblioteca de Don Quijote como, por ejemplo, los seis tomos de La araucana de Alonso de Ercilla, y varias enciclopedias abiertas sobre las mesas y los sillones”. Por último, Cristóbal Ugarte concluyó con una pregunta que su abuelo se formula: “¿Se considera Usted acreedor al Premio Cervantes? ‘Claro que sí. Por un libro que estoy por escribir”, asegura el escritor chileno.

Don Felipe destacó que “de seguro que Cervantes, al ver hoy llegar a Nicanor Parra al parnasillo de poetas galardonados con su Premio, reconocerá en él un espíritu afín, un poeta desnudo de adornos, con atuendo de vecino de Chillán, y, sabiéndolo espíritu gemelo, se apresurará a decirle: ‘Pasa, raro inventor, pasa adelante / con tu sutil designio’. Digo ‘gemelo’ pensando en que el mayor logro literario cervantino fue liberar la escritura de las normas que la atenazaban y dejar fluir las palabras -palabras del común- para que buscaran nuevos espacios de significación”. Subrayó que “Nicanor Parra es mucho más que un provocador. Es ciertamente un rupturista; llega a afirmar que ‘en poesía se permite todo’. Pero no trata sólo de desconcertar; quiere comprender la realidad y urgir a los demás a que, salvando el abismo que existe entre arte y vida, acompañen su arriesgada cruzada: ‘y yo entierro mis plumas en las cabezas de los señores lectores”.

Antes de concluir, don Felipe recordó que “hoy llega Nicanor Parra al encuentro con Cervantes once años después de ser galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. De seguro que con el brío que le dan casi cien años bien vividos, le bailará una cueca: aquella, por ejemplo, que grabó su hermana Violeta: ‘Cuando salí de Chillán, / salí sin ningún motivo, / salí a recorrer el mundo / porque ese era mi destino. / Fue mi destino ay, sí, fue mi destino’. Cervantes sonreirá y dirá: sí, raro inventor, colega, aquí te esperábamos. Bienvenido”, y finalizó subrayando que “mañana la familia de Nicanor Parra depositará en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes su máquina de escribir, que él la llama ‘la máquina del tiempo’, con un poema inédito y la orden de no abrirlo hasta dentro de cincuenta años. Como las palabras de Parra están en perpetuo movimiento, no sabemos lo que entonces aparecerá. Pero no hay duda: serán palabras que nos unen en la lengua de Cervantes y ensanchen nuestra vida”. Acabado el acto, los Príncipes se dirigieron al patio de Filósofos, donde departieron brevemente con los demás miembros de la mesa presidencial y los familiares del galardonado.

Fuente: hola.com





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