Aunque la lluvia obligó a acortar algunas procesiones, este año el mal tiempo no consiguió arruinar la popular celebración de ‘La Madrugá’
Un año más, numerosos rostros conocidos se han desplazado a Sevilla para vivir con ‘pasión’ y fervor su Semana Santa, un festejo señalado con especial relevancia en el calendario que ha quedado un tanto deslucido por la lluvia, que ha impedido que salieran a la calle varias procesiones. Sin embargo, este año no era uno más para Alfonso Diez, ya que ha vivido sus primeras procesiones de la capital hispalense como duque de Alba.
Así, y coincidiendo con la celebración de su sexto aniversario de boda, doña Cayetana y su marido disfrutaron del Jueves Santo acompañados de Cayetano Martínez de Irujo, que acudió junto a Genoveva Casanova y su hija Amina, siendo el gran ausente el pequeño Luis. Los duques de Alba abandonaron el Palacio de Dueñas para visitar la Iglesia de los Gitanos, de la que la duquesa es devota y su hijo cofrade, y la Iglesia de la Macarena para terminar el recorrido en el barrio de Triana donde estuvieron en la Capilla de los Marineros.
También fueron fieles a su cita con las procesiones sevillanas Francisco Rivera y su novia, Lourdes Montes. “En semana santa se olvida uno de todo. Es lo que más me gusta y es un privilegio para los sentidos poder vivir tantas emociones”, escribió el torero en su perfil personal de Twitter. “Qué poco queda para que salga mi Cristo de las tres caídas y su madre la morena de Triana! Ojalá no se quede ninguna en su casa”, añadió refiriéndose al mal tiempo que un año más ha conseguido empañar la majestuosidad de algunos pasos. “Señores! No se puede andar mejor que el paso de los Panaderos ayer. Qué clase, cuánta fuerza, qué suavidad… Gracias por hacernos gozar”, publicó hace unas horas.
Carmen Lomana y su novio, Ángel Casaña, Raquel Revuelta y Patricia Rato, también se dejaron ver por las calles de Sevilla. La exmujer de Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ llegó acompañada de sus hijos Isabel y Juan (sólo faltaba la mayor, Alejandra). Este año el pequeño de la familia se llevó un buen disgusto, ya que la lluvia no dio tregua e impidió que pudiera salir con cofradía el pasado Jueves Santo. Vestido de nazareno y con la desilusión en el rostro, Juan sólo tuvo consuelo en los brazos de su madre y su hermana, que intentaron animarle.
Fuente: hola.com