Los duques de Cambridge pasaron su aniversario en el hotel Crown Inn

Podrían haber elegido un hotel de ensueño, un parador de auténtico lujo o un destino paradisiaco, sin embargo, para su primer aniversario de boda el príncipe Guillermo y su mujer, Catherine, se decantaron por un modesto alojamiento en el condado inglés de Suffolk, denominado pub hotel Crown Inn.

Y es que la pareja, que anunció que pasaría la jornada en la intimidad, celebró esta fecha tan especial rememorando su boda asistiendo a otra boda. Los duques de Cambridge acudieron en calidad de invitados al enlace Hannah Gillingham, una amiga intima de Catherine. Tras pasar una jornada inolvidable entre amigos y cuando estaba ya a punto de salir el sol, Guillermo y la duquesa de Cambridge decidieron pasar la noche en este acogedor hotel, en el que también pernoctaron otros tantos invitados a la ceremonia celebrada en la iglesia de St. Andrews.

Antes de subir a su habitación, Guillermo y Catherine compartieron una copa de champán con sus amigos cerrando así una noche de pura diversión. Los duques de Cambridge fueron acomodados en la habitación del Cisne, denominada así por su original cama con dosel, y por la que los abonaron 203 euros.

Ya por la mañana, y una vez hubieron descansado tras la intensa jornada, los duques de Cambridge disfrutaron de un apetitoso desayuno inglés en el jardín del restaurante, el cual estaba decorado con numerosas fotografías de paisajes de la costa norte de Suffolk. Una vez hubieron dado por terminado su desayuno, el príncipe Guillermo y Catherine abandonaron el hotel se entiende que poniendo rumbo a su casa de campo en Gales, donde disfrutarían de una cena romántica para dos.

La hermana de Catherine, Pippa Middleton, también fue una de las invitadas a la boda, quedándose a dormir en el mismo hotel, aunque ella lo hizo en una habitación sencilla de 178 euros.

El personal del hotel ha declarado que los duques de Cambridge pidieron “ser tratados como todos los demás cuando llegaron junto a un de alrededor de 40 personas sobre la 1 de la madrugada del domingo”. El gerente Gareth Clarke ha comentado “Éramos conscientes de que algunos invitados especiales iban a llegar, pero no sabíamos cuanto de especiales eran.

Guillermo y Catherine se presentaron también el día anterior en otro pub, The De La Pole Arms, muy cerca de la iglesia donde al día siguiente tenía lugar el enlace de sus amigos. Sus propietarios, Helen Radbourne, de 37 años, y su esposo Nick, de 34 años, dijeron que el duque y la duquesa se presentaron allí “sin aires de grandeza”. “Ellos trajeron a su perro Lupo con ellos en el coche y se fue corriendo a la terraza, donde se puso a jugar con nuestra hija Grace, de cinco años”, relató la señora Radbourne.

Para todos y cada uno de los habitantes y comerciantes de este condado ha sido un auténtico honor tener a los duques de Cambridge disfrutando de su condado e incluso teniendo el honor de haber podido cocinar para el futuro rey de Inglaterra, según declaraba Pablo Yaxley, dueño del bar The Fox and Goose, donde los duques de Cambridge hicieron una parada para almorzar.

Fuente: hola.com





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