Como siempre sucede en este tipo de misiones en donde se recolectan miles de fotografías, también se “recolectan” cientos de entusiastas del espacio que empiezan a “analizar” estas imágenes en busca de misterios.
La más relevante fue lo que había capturado el Curiosity durante el descenso hace una semana. Segundos después de que la nave, del tamaño de un automóvil, estacionó en el planeta rojo, una pequeña cámara bajo el chasis logro tomar una fotografía que revelaba una mancha en el horizonte, que desaparecía en la imagen posterior.
Esto había causado que se tejieran algunas teorías que intentaban explicar el fenómeno. Pero la NASA dio por terminado el asunto cuando explico, luego de analizar la fotografía, de que se trataba de polvo levantado por la caída de una sección de su cohete a la distancia.
“Fue una asombroso coincidencia haber podido captar este impacto”, señalo el Ingeniero Steve Sell de la NASA, quien opera la misión con un costo de 2.500 millones de dólares. El Curiosity realizo una compleja rutina, sin precedentes, para posarse en el suelo marciano. En los últimos segundos, la sección cohete quedo suspendida mientras cables bajaba delicadamente al robot. Tras tocar suelo, se cortaron los cables y la sección voló alejándose, para estrellarse a 600 metros aproximadamente.
Este impacto levanto una nube de polvo, la cual apareció en el campo visual del explorador.
Fuente: robotikka.com
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