Los ciudadanos españoles todavía están asimilando las nuevas medidas y recortes que aprobó el Gobierno el pasado viernes en el Consejo de Ministros, con lo que se pretende ahorrar 65.000 millones de euros y así mejorar el déficit público del país.
Pero aparte de subidas de impuestos como el IVA, la reforma energética acarreará otras tantas en gasolina, luz o agua. Pero estos incrementos que pagará el consumidor final, ¿en qué se traducen? A continuación te los explicamos detalladamente.
El carburante subirá 10 céntimos. A final de año serán 15 euros más lo que asuma el ciudadano que reposte. Aparte del IVA como responsable de esta subida, la aplicación del nuevo tributo sobre los carburantes también influye en 5,4 céntimos por litro. Y es que, llenar un depósito que abarque 50 litros nos costará 5 céntimos más caro.
La luz volverá a subir un 5%, a mayores de las últimas subidas del 7% en abril y del 4% en el mes de julio.
El precio del gas natural también se verá incrementado en 4 céntimos por metro cúbico. De esta forma el Ejecutivo pretende ahorrar 1.150 millones de euros. Para una familia que cuente con cuatro miembros, podría suponer entre 15 y 20 euros más al año.
En definitiva, la luz, el gas y los carburantes van a subir considerablemente, no sólo por la subida del IVA del 18% al 21%, sino también por los ajustes aplicados en el sector. Y es que la reforma energética es otra de las medidas que se están tomando dentro de la profunda crisis económica que atraviesa España, y como tantas otras veces, el consumidor de estos servicios será el más damnificado.
Fuente: EcoFinanzas.com