Durante más de tres siglos la mezquita de Badshahi, cerca de Lahore, en Pakistán, tuvo el honor de ser el templo musulmán más grande en el mundo. Un gigantesco recinto con capacidad para acoger a 100.000 fieles. Para hacernos una idea de cuáles son sus dimensiones, basta con decir que el majestuoso Taj Mahal cabría dentro de su patio central.
Construida en el año 1673, esta colosal estructura era visible desde casi 10 kilómetros de distancia, como gran símbolo de poder del Imperio Mongol. Por desgracia, fue levantada en una región especialmente conflictiva y le tocó ser el objetivo de diferentes expediciones y ataques, incluso sufrir la afrenta de ser convertida en una gran fortaleza militar.
La dominación colonial británica vio en esta excepcional construcción posibilidades que no tenían nada que ver con la religión. La mezquita de Badshahi recibió entonces un nuevo uso como almacén militar y cuartel, una etapa en la que los tesoros artísticos que contenía sufrieron un importante deterioro.
Hubo que esperar hasta el año 1947, cuando Pakistán pasó a ser un estado musulmán independiente, cuando la mezquita fue reconstruida y recuperó sus funciones originales. Hoy es uno de los lugares más impresionantes de Pakistán que merece mucho la pena visitar.
En los últimos años se ha añadido a su estructura un pequeño museo que contiene reliquias de Mahoma, su sobrino y su hija Fátima az-Zahra.
Fuente: ViajarAsia.com
Artículos relacionados
Etiquetas: Asia, badshahi, lahore, mezquita, pakistan, próximo oriente