Una flota de prototipos, con el primer motor del Prius recargable, un coche diferente del Prius recargable de serie. Al anunciar el proyecto, surgieron varias dudas por el voluntarismo de sus actores. La autonomía del Prius recargable es mínima (20 km según Toyota, en aquella época).
Los coches han recorrido una distancia anual de unos 19020 km, y los conductores han recargado el coche una media de una vez al día. Se trata de una media, lo que significa que algunos conductores recargaban el coche dos veces al día. 34% del tiempo de conducción se efectuó en modo eléctrico, pero sólo el 84% de los conductores llegaron a recorrer 15 km (o más) en modo eléctrico.
Se constata la débil capacidad de la batería: 16% de los conductores no podían recorrer más de 14 km sin poner en marcha el motor de gasolina. Sin embargo, existe una ventaja: el tiempo de recarga es muy corto: 75 minutos. De esta forma, algunos participantes en el proyecto pudieron recargar 2 veces al día la batería, efectuando el 56% de su recorrido impulsados exclusivamente con la batería eléctrica.
Ciertamente, la economía de carburante es algo fantástico, pero implica una serie de infraestructuras importantes para dotar a cada estación de combustible con una toma eléctrica para recargar las baterías. También es un inconveniente si cada vez que se aparca, hay que sacar, desenrollar y enchufar el cable. ¿Para cuándo una batería más potente, para que podamos contentarnos con una única recarga nocturna?
Fuente: EcoyMotor.com
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