La figura de Antoni Gaudí está ligada a la de la ciudad de Barcelona. Sus creaciones arquitectónicas, entonces discutidas y a menudo incomprendidas, cautivan hoy a millones de personas. Todos los que viajan a la capital catalana se dejan seducir por el derroche de imaginación y genio que se desprende de los edificios y espacios urbanos creados por Gaudí.
Una ruta por Barcelona siguiendo la huella de Gaudí nos ayuda a entender el Modernismo, una corriente artística que iba más allá de la arquitectura y englobaba en ella otras disciplinas como la escultura, el arte de las vidrieras o de los enrejados. Un viaje sorprendente por el universo gaudiniano.
Obviamente hay que iniciar la ruta por La Sagrada Familia, el edificio más visitado de España y el que mejor refleja la concepción artística de su autor: la arquitectura total. Por desgracia, Gaudí no pudo ver acabada su creación ya que murió atropellado por un tranvía precisamente cuando salía de las obras del templo.
Donde más joyas modernistas se concentran es en el barrio burgués de Gracia: la Casa Milà, conocida popularmente como La Pedrera, la Casa Batlló, con su arquitectura imposible, la Casa Vicens… Edificios con paredes ondulantes, interiores de fantasía, azulejos de colores e interiores imposibles.
Todavía más impresionante es el Parque Güell, un espacio prodigioso y lleno de sorpresas muy querido por los barceloneses y visitado por miles de turistas diariamente. Aquí se encuentran los ejemplos más vistosos de la técnica del trencadís, que consiste en realizar mosaicos con fragmentos de cerámica y de vidrio.
Por último, hay que pasarse por un nuevo recinto inaugurado en la Ciudad Condal hace solo unos meses: La Experiencia Gaudí, donde se exhiben maquetas de los proyectos del genio, audiovisuales y exposiciones relacionadas con su vida y su obra.
Fuente: EscapadasEuropa.com
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