Julia Otero aprueba el examen de su "Entrevista a la carta" y reniega de estos tiempos «del eslogan, la prisa y el impacto»

Cuando a Julia Otero (Lugo, 1959) le preguntaron si temía estrenar su ‘Entrevista a la carta’ (TVE) con la final de ‘Gran Hermano’, respondió que ella jugaba «en otra división» distinta a la de los inquilinos de la mediática casa de Guadalix. Y en la que milita la periodista gallega hay menos público, aunque suficiente como para que nadie se ponga nervioso, al menos de momento. El nuevo programa de entrevistas de la cadena pública, que estrenó el lunes pasado el torero Cayetano Rivera, reunió a más de dos millones de espectadores y anotó un 10% de audiencia (por debajo de la media de la cadena). Antes de la emisión, Otero pedía a sus seguidores en Twitter que fuesen «indulgentes y exigentes». Y al acabar tuvo que dar explicaciones por invitar al estreno de su programa a un torero siendo ella antitaurina: «Nunca he ido a una corrida ni iré. Y Cayetano lo sabe. No podría resistirlo. Pero la charla con un ser humano siempre me interesa». Esta noche -22.00 horas-, Julia Otero se enfrenta a la verdadera prueba de fuego, porque las cifras del primer programa suelen ser un poco engañosas.

– ¿Qué le ha convencido para regresar a la televisión pública?
– Hasta la fecha, siempre que he vuelto a la televisión, ha sido a la tele pública, ya sea la estatal o la catalana. Era imposible renunciar a hacer un programa de entrevistas en La 1. Como decía aquel, hay propuestas que no se pueden rechazar.

– Lo hace en el momento más crítico, con RTVE sumida en una crisis presupuestaria severa. ¿Le ha hecho dudar?
– Fui consciente desde el principio de que el valor de la propuesta nunca estaría en la retribución. Son tiempos de enorme austeridad presupuestaria en la corporación pública, ante los que me parece urgente una ley de mecenazgo y patrocinio. La calidad, y RTVE la busca, tiene un coste que no se puede escatimar a un servicio público. Y no lo digo por mí, por supuesto, que solo estoy de paso, sino pensando en los profesionales excelentes que tiene la casa.

– ¿Ya le queda alguien por entrevistar en este país?
– Me quedan los que siempre dicen no, que suelen ser los grandes empresarios o banqueros y los entrenadores de fútbol. ¿Por qué Botín o Alierta, o Amancio Ortega, o Mourinho o Guardiola huyen de un plató de televisión, aunque tengan todas las garantías de seriedad y rigor? Eso no ocurre en otros países, donde los personajes públicos sienten la obligación de comparecer de vez en cuando ante los ciudadanos.

«En la casilla de inicio»

‘Entrevista a la carta’ incorpora dos novedades. La primera, que es un programa de entrevistas en una tele donde ya no hay espacios para la charla reposada. La segunda, que la conversación es a varias voces, una fórmula que a Julia Otero le atrae por novedosa.
– Regreso a la ‘casilla de inicio’. Todo lo que aprendí del género de la entrevista, el tempo, la línea argumental, el hilo conductor… todo salta por los aires al aparecer en pantalla doce personalidades que también preguntan y lo hacen sobre temas muy diversos y dispares. Ese es el desafío, conseguir una unidad creada a base de diversidad.

– No existen apenas programas de entrevistas en televisión. ¿Es un género en crisis?
– Está en crisis como tantas otras cosas que tienen que ver con el tiempo que dedicamos a la digestión intelectual. En la era del eslogan, la prisa y el impacto, lo raro es que aún alguien apueste por la entrevista.

Fuente: eldiariomontanes.es





Etiquetas:

Comments are closed.