Humberto Janeiro ha parado la publicación del libro en el que contaba la historia de su familia

Si mis fuentes no fallan, Hacienda lo va a tener crudo para hacerse con diez céntimos de los 250.000 euros que le reclama a Humberto Janeiro. Ya saben que nadie pujó en la subasta por un pedazo de la Finca Ambiciones. Lo curioso es que Humberto asegura que no tiene ni siquiera el usufructo de esa parte, ya que en su día se lo cedió a su hijo Jesulín, y, pese a ello, la Agencia Tributaria lo sacó a subasta.

Alguien que es uña y carne de Humberto me jura que el suegro de la Campanario no tiene un euro a su nombre. La pensión que cobra ya está embargada por deudas anteriores y el futuro pinta en bastos.

¿Y él como está? Mal.

Humberto está mal, pero no tanto por lo de Hacienda como por el hecho de que lleva casi un año sin hablarse con su hijo, o viceversa. Humberto estaba a punto de publicar un libro que ha preparado con un objetivo único: dejar claro al mundo y a su hijo Jesulín que no es cierto todo lo que se ha dicho y se dice sobre lo que él ha hecho con los ‘dineros’.

Me cuentan que lo ha parada en seco. Tendrá que añadir este capítulo sobre el usufructo de Ambiciones. Se ha encerrado con Angelita, su última frontera, y masculla el final de un imperio que nadie duda que fue él quien fundó.

Hace unos años yo publiqué unas memorias suyas, que escribió Pepa Jiménez, en las que adelantaba cuál iba a ser su final: “No tengo ningún miedo a terminar solo. Si hubiera tenido miedo no hubiera hecho a un hijo torero y al otro piloto. Eso lo puede pensar un hombre cobarde”.

Y continuaba: “El final de la vida siempre nos va a llegar. Tengo que ser inteligente, frío y calculador para saber cómo va a ser mi situación en la vejez, y me la tengo que asegurar yo mismo, no depende de nadie, ni de mi familia no de nadie de mi alrededor. Estoy preparado para llegar a verme solo en mi vejez, tranquilo, en una residencia. Yo opto por no estorbar”.

No me atrevo a añadir ni una palabra más.

Una indiscreción…

Hasta ahora era una posibilidad, pero desde la semana pasada ya es un hecho. Robert de Niro (69 años) y Michelle Pfeiffer (54) serán marido y mujer. Y lo serán en ‘Malavita’, la historia de un mafioso de Nueva York que denuncia a su familia, los Manzonis, y se esconde en Francia, pero le encuentran y ahí se desarrolla una tormenta de sangre.

El rodaje tiene lugar en Nueva York y en la región francesa de Normandía. Dicen que entre la pareja existe mucha química.

…y una pregunta

¿Por qué el marido de una famosa aún no sabe con seguridad si está separado de ella?

Fuente: hoymujer.com





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