La compañía ha asegurado que se trata de una función que aporta valor a los usuarios y ha desglosado el sistema con el que controla que no haya malware, estafas ni spam entre los contenidos que incluye en su servicio.

El sistema de publicidad de Google posiblemente es el más potente de la Red. La compañía utiliza toda la información de los usuarios de que dispone, principalmente de las búsquedas de información, para facilitar anuncios que se adapten a cada perfil. En varias ocasiones se ha criticado la práctica y se ha acusado a Google de vulnerar la privacidad de los usuarios y de aprovechar su posición dominantes para acaparar el negocio de la publicidad online.

La compañía ha querido dar su particular visión sobre este negocio y ha explicado algunas de las claves sobre el tratamiento de los anuncios que realizan para ofrecer contenidos legales y seguros. Para empezar, Google ha querido desestimar la visión de la publicidad como una molestia para los usuarios y ha asegurado que su intención es que sea todo lo contrario.

“Creemos que los anuncios son información útil y relevante que puede ayudar a encontrar lo que se está buscando en línea”, ha comentado la compañía. Para Google, la publicidad es una forma de facilitar información a los usuarios sobre productos y servicios de su interés. De esta forma, la compañía descarta que sea un contenido intrusivo o molesto y prefiere entenderlo como un servicio que enriquece y facilita la navegación de los usuarios.

Para conseguir este objetivo, Google analiza los datos y facilita contenidos que puedan ser del interés de los usuarios. En ese proceso de análisis, para Google es fundamental no solo ofrecer los contenidos que se adaptan a los intereses, sino contenidos legales y seguros. En este sentido, la multinacional ha asegurado que mantiene una cruzada constante por garantizar la legalidad y seguridad de los productos que se anuncian en su servicio.

“Queremos que los usuarios puedan utilizar Google y hacer clic en los anuncios que les interesen con confianza. Igual que nos esforzamos para hacer que Gmail esté libre de Spam y que Google Play no tenga malware, estamos comprometidos para que se cumplan los rigurosos estándares para los anuncios en Google”, ha asegurado la empresa en su comunicado.

Lo cierto es que el volumen de usuarios que utilizan Google hace que intentar colar anuncios fraudulentos sea una práctica rentable y la compañía intenta luchar contra ello de forma encarnizada. “Mantenemos una gran batalla con un gran número de responsables de sitios maliciosos que venden productos falsificados o que propagan malware y spyware. Tenemos que estar siempre alerta porque los estafadores siempre tratan de encontrar nuevas formas de abusar de nuestros sistemas”.

Para luchar contra este tipo de agentes y webs que pretenden anunciar sus productos fraudulentos o infectados, Google ha desarrollado una “estricta política” que persigue la retirada absoluta de contenidos de este tipo. En dicha política Google se declara en contra de “anuncios de productos ilegales, falsificados o nocivos, tales como armas de fuego o cigarrillos”. Para controlar que estos productos, y otros perseguidos por su política, no aparezcan en su servicio, Google cuenta con un sistema basado en dos mecanismos.

SISTEMA TECNOLÓGICO Y EQUIPO HUMANO

El proceso de publicación de los anuncios en Google pasan por un control que combina “tecnología sofisticada y revisión manual”, de forma que se puedan “detectar y eliminar” los anuncios que no cumplen con la política de la compañía. El sistema tecnológico es el responsable de rastrear todos los anuncios y de avisar al equipo humano si detecta alguna irregularidad o contrariedad que tenga que ser valorada.

“Hemos gastado millones de dólares en la construcción y creación de técnicas avanzadas para el aprendizaje de máquinas que puedan librar esta batalla. Estos sistemas están diseñados para detectar y eliminar los anuncios de sitios con descargas maliciosas que contengan malware o virus, todo antes de que los anuncios puedan aparecer en Google”, ha explicado la compañía.

Pese a la inversión de la compañía, parece que la efectividad de este sistema automático inteligente no es perfecta y por ello Google también cuenta con un equipo de especialistas en sus políticas que revisan los casos en los que haya dudas. “Cuando los anuncios potencialmente ilegales son identificados por nuestros sistemas automatizados, los especialistas revisan los anuncios, sitios y cuentas en detalle para tomar medidas”.

En todo este proceso es fundamental la introducción de una serie de palabras claves que indican a los sistemas las posibles vulneraciones de los anuncios respecto a las políticas de Google. Al completar el proceso con la intervención de personal humano Google busca que no haya dudas en la interpretación de los anuncios y que se controle aún más la seguridad de los contenidos que se facilitan a los usuarios.

Pese a todo, este sistema no es infalible y Google ha asegurado que han introducido mejoras en los últimos meses. Por ejemplo, la compañía ha trabajado para identificar con más precisión a los responsables de la publicación de anuncios fraudulentos para evitar que vuelvan a tener esa oportunidad.

Además, Google ha intentado mejorar el proceso de revisión manual de anuncios, creando nuevos sistemas que permitan a los responsables “ser más precisos y rápidos”. Al hacer esto se aumenta el número de anuncios analizados y por lo tanto la seguridad general del sistema. En esta línea, el objetivo de google es que los responsables de este trabajo puedan “responder en 24 horas después de recibir una denuncia”, con lo que se intentará limitar el tiempo de publicación de este tipo de anuncios.

EL TRABAJO DA RESULTADO

Según Google, todos estos esfuerzos ya han dado su fruto. “En 2011, los anunciantes presentaron miles de millones de anuncios a Google y de ellos, se desactivaron más de 130 millones”, ha asegurado la compañía. El nivel de anuncios retirados es elevado y confirma que Google ha trabajado duro para ello.

Además de haber quitado una cantidad importante de anuncios fraudulentos, Google ha observado que su política y su estructura funcionan. “En 2011 se redujo el porcentaje de anuncios malos en más del 50 por ciento en comparación con 2010. Eso significa que nuestros métodos están funcionando”. En este sentido, la compañía ha prometido que están trabajando para mejorar y “identificar el máximo de anuncios fraudulentos antes de que aparezcan en Google o en cualquiera de las redes que utilizan sus servicios”.

Por último, Google ha dado algunos consejos a los usuarios sobre como contribuir en esta lucha contra los anuncios ilegales. A los anunciantes la compañía les ha recomendado que revisen sus anuncios antes de enviarlos para que comprueben que respetan las políticas establecidas. A los usuarios, Google les ha pedido que denuncien todos los anuncios que consideren que pueden ser potencialmente peligrosos o que vulneran alguna norma.

“La publicidad online es el alma comercial de la web, así que es vital que la gente puede confiar en los anuncios de Google y de Internet en general”, ha finalizado Google.

 

Fuente: elEconomista.es





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