Entrevista con Jesús Vázquez quein retoma en la 1
Jesús Vázquez (Ferrol, 1965) se ha tomado el primer respiro en sus 23 años de televisión. Después de unos meses de descanso, vuelve al tajo mañana con nuevas ediciones de ‘Uno para ganar’ (Cuatro, a las 21.30 horas). Y piensa estar por lo menos otros 23, aunque «dosificando, que ya son casi 50 años». ¿Crisis? «No, lo llevo bien. He tenido años en que me costaba aceptar lo de cumplir años, pero haciendo balance me veo estupendo». En ‘Uno para ganar’ presume de forma.
– ¿Eso del minuto no resulta un poco estresante?
– Estresa muchísimo, no me he mirado las pulsaciones pero vivo las emociones casi como los concursantes. Y es que tienen cada historia detrás… La cosa está muy mal, así que estamos todos por la labor de que ganen dinero.
– ¿También la cadena?
– Bueno, a la cadena le gusta menos que a mí (risas). A los que ponen la pasta les duele más.
– Si tuviera que ganarse el sueldo con pruebas como esas…
– ¡Uff! Yo soy bastante torpe, aunque cuando los concursantes llegan tampoco dan una. Luego se pasan ocho horas entrenando varios días.
– ¿Cuántos focos han roto?
– Ninguno, pero alguna cosa sí se han roto ellos. Nada que no se arregle con un par de puntos y una bolsa de hielo.
– Una curiosidad. Sale siempre con el mismo traje negro y el niki gris. No le habrán dado solo uno, ¿no?
– No. Tengo por lo menos tres. Decidimos usar uniforme porque es más cómodo para grabar, y como sudo tanto…
– Con las camisas tan chulas que le ponían en ‘Supervivientes’…
– Volveremos, volveremos…
– ¿Es verdad que pidió parar porque estaba saturado?
– Les dije: ‘Si me dejáis descansar un poco os lo agradezco’. Es que el último año había sido muy loco, estaba presentando tres programas a la vez. No sabía lo cansado que estaba hasta que paré.
– ¿Está la cosa para pedir descansos?
– Afortunadamente tengo una relación contractual hasta 2015, soy uno de los privilegiados de este país. Y lo digo con toda la humildad del mundo.
– ¿Y qué ha hecho estos meses?
– He viajado, que es mi gran pasión. He ido a Brasil, Tailandia, Camboya… Y he retomado mis clases de guitarra.
– ¿No habrá montado un grupo?
– ¡No! La toco solo en casa y atormento a mi marido y a mi perra.
– ¿Ya no es el presentador imprescindible?
– Creo que nadie lo es, nunca me he sentido así. Lo peor que puedes hacer es sentirte el ombligo del mundo. He visto ascensos y caídas tan grandes…
Fuente: eldiariomontanes.es
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