Se nota que su reciente maternidad le ha sentado fenomenal a la joven actriz. Irradia paz y tranquilidad; consciente de que está en un gran momento (acaba de grabar la segunda temporada de Gran Hotel). Y eso a pesar de que sea un pequeño “infierno” ir con el carrito de la pequeña Valentina en el Metro…
– ¿Cuál es su relación con la moda? ¿Se considera una ‘shopadicta’?
– ¡Una ‘shopadicta’ no! Y menos con los tiempos que corren (risas). No creo que para ir a la moda una se tenga que gastar una millonada. Sí creo en encontrar tu propio estilo e ir siempre super cómoda con lo que lleves, aunque vayas incómoda… Algunas veces, con los taconazos que llevo no voy cómoda, obviamente, pero me gusta. Yo invito a que la gente disfrute de sus looks, que no se disfraze. Que sea una mismo. En esa búsqueda uno aprende quién es. Siempre se ha dicho que las mujeres somos más víctimas de la moda, y quizás si. Pero hoy en día los hombres también les gusta ir a la última y cada vez tienen más opciones.
– ¿Tiene algún diseñador al qué considere ‘fetiche’?
– Me gustan mucho los diseñadores españoles. Me gusta poder ayudar, en lo que pueda, a gente que es emprendedora y que se lo curra mogollón. Confío mucho en Dolores Promesas, Ailanto… Me gustaba El Delgado Buil, unas chicas estupendas de Barcelona pero tuvieron que cerrar. Obviamente tienes Dior, Chanel y todas aquellas que hacen cosas ‘que-te-mueres’, pero a mí, para las alfombras rojas, me gustan los españoles.
– ¿Y para las alfombras rojas qué prefiere? ¿Qué la busquen o buscarlo?
– Un poco de todo. Hay alfombras rojas que lo tienes muy claro: me apetece ir así y buscas ese vestido. Hay otras que te dejas querer un poco (ríe). Que te envíen opciones y ver un poco que hay. Aunque todos sabemos que las cosas no están bien, el mundo del espectáculo siempre tenemos aquello de vender ilusión y eso me gusta.
– ¿Cuáles son los básicos de Cristina Brondo a la hora de vestir en el día a día?
– ¡Botas! Me encanta ir con botas y en cuanto tengo un pouito de frío me siento muy cómoda y abrigada. Y luego el jean: ya sea pantalón corto, minifalda tejana, o tejano largo; creo que es una pieza totalmente clave y necesaria. También tendo un mono de Adidas tejano… La tela del jean no pasa de moda, es elegante siempre y muy sufrida para el día a día. Y luego las chaquetitas, de todos los colores, ahora que se lleva mucho el mostaza (se ríe y mira a su amiga, vestida de mostaza). Me gusta mucho el encaje, tipo ‘vintage’… Siempre llevo una chaquetita en el bolso.
– ¿Y qué no se pondría nunca?
– No me pondría ‘ja-más’ una camiseta corta. Una tiene que conocer sus limitaciones (sonríe). Tienes que buscar cosas que te favorezcan y unos ‘leggings’ apretados sin nada que cubra la cadera… Jamás me lo voy a poner.
– ¿Y qué es lo que hace para mantenerse tan estupenda?
– Me gustan mucho los ‘trucos’ de Benefit. En lugar de hacerte un maquillaje tipo televisión, que te pones una ‘máscara’, a mi me gusta ir muy natural. Y una muy buena hidratación. Confío mucho en cremas como Kiehl’s, por ejemplo o La Mer. Productos de mucha calidad y que te hidratan mucho. Y más estando en Madrid. Tengo piel hipersensible y ¡me puedo levantar como un cromo!
– Además le gusta mucho el ‘look’ cara lavada…
– Sí, cuando me maquillan mucho me veo muy disfrazada. Me gusta un ojo muy oscuro, pero tengo que tener cuidado, porque tengo un aspecto muy latino, muy agitanado (se ríe, porque hizo de gitana en ‘Lola vende cá’), y tengo que tirar más a lo natural.
– ¿Y cirugía sí, o no?
– Ahora estoy descubriendo una cosa maravillosa: la gimnasia facial. La profesora, que es María Garrigues Walker, se ha dado cuenta que, igual que hacemos gimnasia para levantar el culete y tonificar; si tú quieres tener una cara tonificada y unos músculos de la cara potentes y bien puestos; pues tienes que hacer gimnasia. Lo que dice es “¿qué quieres? ¿Dedicarle un tiempo o entrar en quirófano?”. Obviamente yo prefiero dedicarle un tiempo. En el momento en el que estoy, sobre todo después de tener una niña, me doy cuenta de que si uno se cuida no hace falta entrar al quirófano.
– Ya que lo dice, ¿en qué le ha cambiado ser madre de Valentina?
– Duermo menos, consumo más antiojeras (se ríe). Pero lo deseaba tanto, tanto… Estábamos cansados de tener tanto tiempo para nosotros. Nos apetecía lo que estamos viviendo. No poder quedar para según que cosas, las noches en casa. Nos apetecía mucho que el centro no fuésemos nosotros y estamos encantados. Tenemos la suerte de que se porta muy bien.
– ¿Es difícil conciliar en su caso trabajo y maternidad?
– Hasta ahora ha ido bastante bien. Mi marido, al ser guionista, trabaja en casa. Se puede quedar con la niña. Pero creo que las parejas que tienen trabajos más comunes, lo de los 15 días de baja por maternidad para él me parecen una payasada. Es totalmente absurdo. El padre también tiene que tener esa baja por paternidad. Y la mujer, obviamente, cuatro meses también es absurdo. Es muy poco. Y más si quieres dar el pecho, que yo creo que darlo es bueno para la madre, para la niña y para el vínculo entre ambos. Es muy práctico, cómodo y económico. Para nada está bien resuelta la conciliación. En nuestro caso tenemos suerte. Incluso me la he llevado a rodajes. Siempre que pueda me la voy a llevar conmigo.
– ¿Le ha afectado algo la crisis qué hay actualmente?
– Se nota. Hay menos castings, menos pruebas, menos proyectos… Está como parado. A lo mejor te comentan ‘mira está esto’. Antes se tardaba unos meses en realizarlo… Y ahora puedes tardar un año en volver a escuchar hablar de ello. En mi caso, tengo una película con María Ripoll y es para 2013. Me pareció muy raro, pero la productora nos dijo que ahora lo están subvencionando todo con dinero privado. Ya no nos podemos fiar del Estado. Ahí sí que ves que se están creando nuevas maneras de producir y de realizar los proyectos; yo creo que está bien. Las subvenciones nos llevaron a que, por desgracia, había mucha gente que se aprovechaba mal de ellas. Se pedían subvenciones y no hacían proyectos con ese dinero, sino otras cosas. Por mirar algo positivo, se nos abre una nueva puerta. La crisis es abrumadora, hay muchísimos parados en nuestra profesión. Mi marido es argentino y lleva años diciendo que “se viene gorda”, así que estábamos preparados (sonríe).
– Cuéntenos en qué va a consistir su papel en Gran Hotel en su segunda temporada…
– Es una baronesa, por lo que estoy muy contenta. No sé si será por la maternidad que ahora me dan papeles de personas ‘mayores’ (ríe). Antes siempre hacía algo más adolescente. Es un personaje que está muy enamorado de Fele Martínez (Alfredo). Llega al hotel muy enamorada y con un objetivo: recuperar ese antiguo amor y… Hasta ahí puedo leer.
Fuente: eldiariomontanes.es
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