Lo dice en su autobiografía y lo repitió ayer en la presentación más esperada de los últimos meses: «Ahora quiero desnudarme. Necesito quitarme este disfraz de lentejuelas que me han puesto, porque me aprieta el alma. Me he vaciado como mujer». Y es que a Ana García Obregón, ‘La Obregón’, ‘Antoñita la Fantástica’, la bióloga, presentadora, bailarina, actriz, modelo, guionista y ahora escritora, ese personaje que durante años ha ocupado voluntaria e involuntariamente portadas y polémicas en una suerte de relato vital por entregas, publica sus memorias. En ellas cuenta la verdad sobre su vida –al menos la suya– a través de los recuerdos.
Los amores, sus éxitos y sus fracasos ordenados desde los 12 años en veintiocho diarios que resume en ‘Así soy yo’ (Planeta). «Necesitaba hablar después de tantísimo tiempo escuchando a todo el mundo. Tengo derecho porque nadie conoce mi vida mejor que yo y por la imagen tan falseada que han dado siempre los medios», confesaba ayer en una entrevista a este periódico. No defrauda. En él relata la enfermedad que padeció de niña, su adolescencia –con la primera ‘obregonada’ cuando le llamó «señora» a Franco y le tiró una gamba durante un almuerzo con su amiga Mery Martínez-Bordiú–, su etapa universitaria y su llegada al mundo del espectáculo tras abandonar la Biología para estudiar interpretación en Nueva York.
En su aventura norteamericana cosechó momentos para el recuerdo, como su romance con Robert de Niro o cuando cocinó una paella incomestible para Steven Spielberg. También momentos para el olvido, como el incendio que asoló su apartamento en la Gran Manzana o el asalto a su casa en Hollywood. Vertebran el relato los grandes amores de su vida, desde Miguel Bosé, hasta Alessandro Lecquio. Dijo que es el hombre que más daño la ha causado, pero «me dio a mi hijo, lo más importante». Y fue el conde quien le amargó el acto al presentarse como reportero. «Los hombres me han dedicado goles, canastas, canciones y cuernos».
Fuente: eldiariomontanes.es
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