Uno de los viajes en tren más encantadores de Asia es el que discurre a lo largo de la vieja vía férrea que conecta las ciudades de Colombo y Kandy, la nueva y la antigua capital de Sri Lanka. De la costa al interior. Una línea de más de 100 kilómetros que nos lleva por verdes colinas y plantaciones de Té durante varias horas.
Evidentemente fueron los británicos los que construyeron la línea, allá por el año 1858. El tren nació con el objetivo de transportar el té desde las montañas del interior de la isla hasta los muelles del puerto desde donde emprendería su viaje a Europa.
Han pasado más de 150 años y el viaje sigue conservando intacto todo su encanto. Sí, las locomotoras diesel han sustituido a las de carbón, pero se mantiene la estética, los uniformes de los revisores y sobre todo la belleza de los paisajes que se despliegan a lo largo del trayecto, sobre todo los exuberantes campos de té en las laderas de las montañas.
Hoy en día el tren se utiliza casi exclusivamente para el transporte de los habitantes de la isla y turistas, hay pocos vagones de carga. la vía del tren es una arteria de comunicación vital dentro del país. En cada una de las estaciones, que mantienen su estética y elegancia colonial, los vendedores asaltan a los vagones en el andén y los pasajeros se asoman a las ventanillas. La escena se repite en cada parada, con un colorido y vitalidad increíbles. Esto es también parte de la belleza de este viaje.
Fuente: ViajarAsia.com