El tremendo poder de atracción que ejerce el fútbol
Cerca de seis millones de personas siguieron el miércoles por televisión el duelo entre el Athletic de Bilbao y el Real Madrid. El choque quedó sentenciado a favor de los blancos con el tercer gol, marcado por Cristiano Ronaldo. Higuaín había puesto por delante a los de Mourinho en el minuto 16 de la primera parte y poco después Özil ampliaba la ventaja. Pero el tanto del portugués acababa con cualquier esperanza de los bilbaínos de remontar un partido que le daba matemáticamente a los merengues un nuevo título liguero, el número 32. San Mamés se convertía en el escenario en el que los madridistas rompían la maldición de los últimos tres años, en los que tuvieron que contemplar cómo su máximo rival, el Barcelona, reinaba en el campeonato.
Y la semana anterior unos once millones de personas habían sido testigos de cómo primero al Real Madrid y luego también al Barça se les escapaba de las manos la oportunidad de hacerse con la ‘Champions’. Unas cifras de audiencia que difícilmente encuentran comparación.
Las primeras retransmisiones
El fútbol es el deporte más visto, también el más practicado, con el que más se llora y se ríe, el que rompe barreras y no tiene fronteras. Que es el deporte rey pocos lo discuten desde que en 1959, precisamente con un Madrid-Barça, TVE lograse llevar por fin su emisión a todos los rincones de la Península. Cómo no, lo vio toda España. Pero ya desde antes el fútbol llegaba a todos los corazones, aunque la tele no estuviera en todos los hogares.
En 1952 empezó la televisión pública a ejecutar las primeras pruebas en el país, cuya programación ya incluía informativos deportivos. Y tan solo dos años después, por primera vez en la historia española, se retransmitía en directo un partido de fútbol correspondiente al campeonato liguero. El honor le correspondió de nuevo el Real Madrid, que se midió en aquella ocasión al Racing de Santander. El choque finalizó con un aplastante 3-0 en favor de los merengues. Dos equipos detrás de una pelota que hicieron vibrar a la afición y marcaron el comienzo de una época de esplendor futbolístico sin parangón, que continuó con la conquista por parte del equipo blanco, en la temporara 55-56, de su primera Copa de Europa, lograda con Alfredo Di Stefano como gran estrella. Consiguieron otras cuatro más de forma consecutiva.
Desde entonces, la pasión de los hinchas por este deporte fue creciendo sin remedio, como venía a testimoniar aquel primer Madrid-Barça de 1959 que logró un histórico millón y medio de audiencia televisiva, una cifra estelar para la época.
El 13 de febrero de 1959, un amistoso Francia-España fue filmado en territorio parisino. Después la televisión francesa, por primera vez en colaboración con la nacional, propició el traslado de la cinta hasta la Península, con Matías Prats encargándose de poner voz a las imágenes de uno de los primeros partidos que fueron patrocinados en su totalidad.
Merecedor de llantos y alegrías, el fútbol cuenta desde entonces con un hueco indiscutible en el corazón de muchos… Y por supuesto, en la parrilla de la tele de todos.
Fuente: eldiariomontanes.es