En la ciudad de Atami, al este de la Prefectura de Shizuoka, son famosos los balnearios de aguas termales. No por casualidad el nombre de la ciudad significa “océano caliente”. Pero, sin caer en la frivolidad, no es el único punto caliente de esta elegante localidad costera.
Y es que en Atami también se encuentra el más famoso de los hikokan del país. Esta palabra, que se traduce como “la Casa de los Tesoros Ocultos” es en realidad un museo dedicado al sexo. Un buen lugar para familiarizarse y entender la relación de los japoneses con el sexo, a veces difícil de entender por la mentalidad de los occidentales.
Tras un viaje en teleférico, visita obligada para admirar las impresionantes vistas de los acantilados cercanos a Atami, todo el mundo que visita la ciudad se dirige al museo que recoge los exóticos y curiosos gustos de los nipones en la cuestión sexual, desde los objetos fetichistas hasta el Hentai, esos dibujos animados pornográficos tan populares en el país.
Pero también hay imágenes simpáticas que no nos harán sentir tan turbados como bailarinas de can can enseñando los ligueros, una figura de Marilyn con las faldas al aire o un pene gigantesco a cuya cúspide que se puede subir pagando 100 yens.
Lo sorprendente es que este museo es disfrutado tanto por jóvenes como por viejos, siempre y cuando los jóvenes sean mayores de 18 años. Se puede acceder a él por carretera y también con el famoso teleférico de Atami. Una visita realmente singular.
Fuente: ViajarAsia.com