Dentro y fuera de los ruedos José María Manzanares (Alicante, 1982) está rozando el cielo. Su primer hijo cumplió ayer cuatro meses de vida, pero no por ser padre ha escatimado en valentía ante el toro y ha arrasado en el coso de la última Feria de Fallas. A los 30 ha encontrado la plenitud. Para llegar ahí son muchas la vivencias que ha tenido que experimentar y todas ellas las ha recogido Lucas Pérez en ‘Manzanares, heredero de leyenda’.

Como reza el título de esas memorias, su padre le dio su nombre y su don. Pero también uno de los momentos más amargos de su carrera, cuando en 2006 le pidió que le cortase la coleta. «Fue muy triste. Me quedé tranquilo porque sufría viéndole torear. Pero hubo más tristeza que alegría porque toda una vida entregada a la profesión se terminaba. Cuando me dijo que buscase unas tijeras me lo imaginé y me puse a llorar», recuerda.

Momentos como esos los ha vivido en primera persona su mujer, Rocío Escalona. Llevan 14 años juntos y ha sufrido todas y cada una de las corridas de su marido: «Hay días que se pasa muy mal. Le ves a él nervioso, presionado y eso te genera a ti un miedo mayor. Es durísimo».

Toda la tensión que Manzanares acumula en el ruedo la libera jugando al golf o echando una partida al parchís con su cuadrilla. Apasionado del fútbol y de la música, sus ídolos son también sus amigos. «Alejandro me motiva y me inspira, tanto para torear como para recordar mis vivencias». Habla de Alejandro Sanz, al que le une una gran amistad. Sergio Ramos, el jugador del Real Madrid, también está en su lista de contactos. Y eso que él es culé.

Fuente: eldiariomontanes.es





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