Apple es poco dada a los elogios, mucho menos a los reconocimientos, pero hizo una excepción. Flipboard, nacida en 2010, meses después de que el iPad irrumpiese en el mercado, fue públicamente laureada. Su mérito, según el propio fabricante de la tableta fue saber adaptarse al hardware de una manera incomparable. Es cierto. Flipboard propone una experiencia de lectura diferente, más intuitiva, clara, temática y entretenida que un lector de tuits, blogs o Facebook. Si a esto le sumamos la posibilidad de compartir lo que se quiera directamente con los contactos y la posibilidad de recibir contenido temático elegido por los profesionales de la casa o una selección de curators (algo así como selectores) estamos ante una aplicación adictiva y práctica.
Cuando parecía destinada a ser la aplicación que se instalaba en todos los iPads, llegó la versión para iPhone, más ligera, quizá menos profunda, pero igual de práctica. A mediados de marzo, durante la presentación del Samsung Galaxy S III llamó la atención que trajese Flipboard preinstalado. ¿Sería una opción en exclusiva para ese terminal? No, parece ser que no. Flipboard ha seguido la misma estrategia que Instagram. Primero lidera con los productos de Apple y después se lanzan a la aventura de hacer lo mismo pero en un sinfín de aparatos, cada uno con un tamaño de pantalla, distribución de los botones, capacidad de proceso… Después de un par de semanas, por fin, ha enviado a algunos usuarios que así lo han pedido un enlace para descargar la aplicación antes de salir oficialmente.
La primera sensación es la de encontrarse con algo conocido. La interfaz es similar pero cambia la distribución de los botones. Se puede instalar en una tableta pero nada más activarse se descubre la primera restricción, solo funciona en vertical. Es decir, que aunque funcione, pasa como con la versión de Skype para Android, está pensado para móviles.
Una de las ventajas de Android sobre los dispositivos iOS son los widgets. El iPad funciona muy bien y es muy cómodo pasar de una aplicación a otra pero no permite, de un solo vistazo a la pantalla principal tener bajo control las redes sociales, el correo o la información meteorológica.
Flipboard ha sabido aprovechar esta opción con un widget (un trocito de una página web o servicio) para poder tener en el escritorio las últimas suscripciones de en actualización permanente, un riesgo para la batería, pero tan tentador…
LocalflipPor lo demás, mantiene las virtudes que han llevado a este programa a ser un clásico: adaptación del contenido de Twitter y Facebook como si fuera una revista, amplia colección de contenido temático nada más darse de alta, facilidad de uso y, el secreto que les ha hecho marcar tendencia en incluso generar un oficio, una excelente selección de contenido, ya sea de los selectores de la empresa que ha creado la aplicación o de algunas ‘celebrities’ invitadas o expertos en sus campos.
Es decir, la ambición de este servicio es compartir y difundir el mejor contenido posible, ya sea descubierto a través de los amigos en redes sociales, por suscripción o por estas sugerencias de calidad.
Destaca la posibilidad de suscribirse a las noticias por ciudades. En España se propone un combinado de varios medios con toda la actualidad de Madrid, Barcelona y Sevilla.
Fuente: tecnologia.elpais.com/