Cristina Fernández de Kirchner comprometida con su país

Esta semana veíamos como Cristina Fernández de Kirchner expropiaba la compañía Repsol dando para ello argumentos como el bien nacional y la falta de inversión de la compañía española en el país.

Pero tal vez hay que analizar qué hace esta mujer de humor cambiante y reacciones impredecibles por el bien del país y cómo invierte ella misma en su propia nación.

La Presidenta es amiga de arreglarse mucho y contar con un extenso vestuario que luce con numerosos complementos. “Nunca me gustó disfrazarme de lo que no soy, ¿tendría que disfrazarme de pobre para ser una buena dirigente política? Yo siempre me arreglé y me pinté como una puerta” Todo perfecto salvo porque en su país son muy difíciles de conseguir productos importados, en cambio usted luce zapatos y bolsos de las primeras marcas francesas, también porque es usted la líder de un partido que dijo luchar por los descamisados, y en cambio lleva camisas de seda compradas con dólares americanos.

El New York Times publicó como se gastó más de 80.000 euros en calzado y bolsos de Louis Vuitton y Hermes para un viaje a Paris, a la entrega de un premio a las Madres de Plaza de Mayo.

En un país con una perpetua deuda externa, que lleva a sus ciudadanos a apretarse los cinturones continuamente, la Presidenta se permite el lujo de cada vez que veranea en la Patagonia contar con un jet privado que le traiga diariamente los periódicos de Buenos Aires a primera hora del día.

En su discurso de expropiación dejó bien claro “Soy una Jefa de Estado y no una patotera”, y como Jefa de Estado debería representar a su país correctamente en el extranjero y no llegando tarde a todos los actos oficiales y haciendo esperar a los dirigentes anfitriones, como ocurrió en España en 2008 donde tuvo esperando a los Reyes y al Presidente del Gobierno porque se estaba acicalando, conducta que repitió en la cumbre del G-20 en Washington, o de Mercosur.

Otras veces sus excusas han sido más infantiles aún, canceló un viaje a Roma porque hacía calor o tuvo esperando al Presidente Lua de Brasil porque quiso visitar el complejo donde se alojaba “Lula nos convocó en un lugar que no da muchas ganas de trabajar”

Sus aires de grandeza han llegado a que cuando visitó España y los periodistas pidieron a la reina Doña Sofía, que posara para la foto al grito de ¡Reina, Reina!, ella se volvió preguntando “¿cuál de las dos?”

Pero el colmo de su desproporcionado tren de vida tuvo lugar durante una visita a México, donde exigió en el Hotel Grand Velas All Suites & Spa Resort, de la Rivera Maya, una suite de 280 metros cuadrados con piscina propia, cinta para correr, cama de masajes, alfombra de yoga y sábanas de hilo egipcio. Como menú quiso quesos dietéticos, fruta a temperatura ambiente, leche descremada fría y caliente y numerosas cajas de chocolatinas y agua mineral marca Netlé.

La Presidenta Cristina Fernández siempre mira por el bien de su pueblo, ¿qué será lo siguiente que expropiará, Gucci o Cartier?

Fuente: marujeo.com





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