Como a Lenin, cuyo cuerpo permanece embalsamado y exhibido en la Plaza Roja de Moscú desde su muerte en el año 1924, el cadáver del líder revolucionario y presidente de la república popular de Vietnam Ho Chi Minh, yace conservado en un mausoleo de la capital del país desde el año 1975. Paradójicamente, ambos líderes dejaron en su testamento el deseo, no respetado por sus sucesores, de ser incinerados tras su muerte.
Era una forma de perpetuar su memoria y a la vez rendirle un eterno homenaje, pero en realidad hoy funciona como una atracción turística más del país, a la que acuden por igual los viajeros amantes de la historia y los turistas curiosos.
Situado en la Plaza Ba Dinh de Hanoi, el mismo lugar donde Ho Chi Minh leyera el 2 de septiembre de 1945 la Declaración de Independencia y proclamara el nacimiento de la República Democrática de Vietnam, este impresionante monumento contiene una gran vitrina de vidrio en el que puede verse el cuerpo enjuto y artificial, con el aspecto de una figura de cera, del difunto, con la bandera del Partido Comunista de Vietnam extendida sobre el ataúd.
Probablemente de forma intencionada, el cuerpo está poco iluminado y a los visitantes sólo se les permite verlo durante unos minutos. Estas restrictivas normas de visita han alimentado leyendas como las que cuentan que el ataúd contiene sólo una reproducción artística de Ho Chi Minh, porque el verdadero, a pesar de los esfuerzos de los conservadores, acabó corrompiéndose.
Fuente: ViajarAsia.com
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