Carolina Cerezuela y Carlos Moyá han decidido dar un hermanito a su hija Carla, pero mientras llega el momento de su llegada, la actriz continúa cumpliendo con sus diversos compromisos profesionales. Recién aterrizada de París, donde ha vivido con especial ilusión el torneo de Roland Garros, Carolina se ha convertido ahora en imagen de una marca de alimentación infantil.
A conjunto con la leche infantil que presentaba, Cerezuela vestida completamente de rosa, camiseta de tirantes y vaqueros, ha presumido de su barriguita de algo más de tres meses y ha confesado que tanto ella como el extensita están simple y llanamente “muy felices”. Sin saber aún el sexo del bebé y con un gran abanico de nombres en la chistera, la actriz ha declarado que le encantaría formar una familia numerosa. “Dos, tres, cuatro hijos… los que vengan, me gustaría formar una gran familia”.
Descansando mucho y dando al cuerpo todo aquello que le pedía, Carolina ha pasado estos tres primeros meses de embarazo en ‘modo relax’, sobre todo después de haber perdido de manera involuntaria el año pasado el bebé que esperaba. “Nos hemos tomado este embarazo con muchísima prudencia y muy relajados debido al gran golpe de realidad que sufrimos. Ahora éramos concientes de los riesgos que podría conllevar, por eso decidimos tomárnoslo con mucha calma y tan solo se lo dijimos a sus padres y a los míos”.
Sin preferencia en el sexo del bebé, Carolina Cerezuela y Carlos Moyá viven en una auténtica nube y a su gran historia de amor suman el cuidado de su hija Carla, de 2 años y quien en breve tendrá que hacer hueco al nuevo miembro de la familia. Enamorados hasta la extenuación, la actriz tan solo tiene palabras de cariño hacia su marido. “Si como persona es un 10 como padre es un 15” confiesa con una gran sonrisa la actriz.
Divertido, viajero, familiar, comedido y hogareño, Carlos reúne todo aquello que Cerezuela buscaba un hombre. “Si tuviera que volver a enamorarme de alguien… me volvería a enamorar de él”. Encargado de poner solución y freno a los problemas, Moyá es el encargado ahora de cumplir con todos y cada uno de los antojos de su esposa, que por el momento han sido muy pocos. “Al principio no tuve muchos antojos, me los inventaba, pero ahora han empezado a apetecerme mucho pepinillos en vinagre y hace tan solo unos días Carlos tuvo que recorrerse todo París para conseguírmelos”.
A medio camino entre Palma de Mallorca, Madrid y Miami, donde pasan los meses de más frío en nuestro país, Carolina Cerezuela tiene muy claro donde nacerá su hijo. “No sé si vendrá al mundo en Palma o en Madrid, lo que sé es que será en España” afirma tajantemente la actriz. Compenetrados en el cuidado de su hija, Carolina y Carlos cuentan ya los meses para ser uno más y así estar un poquito más cerca de esa gran familia con la que sueñan.
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