Azealia Banks es una de las sensaciones musicales del año, publica su primer EP llamado "1991"

Se ha hecho de rogar, pero por fin llega el primer EP de una de las grandes sensaciones musicales del año, Azealia Banks, la joven llamada a convertirse en la nueva reina del rap y a marcar tendencia en el mundo de la moda. ‘1991’, que sale a la venta este martes bajo el paraguas de Universal Music, consta apenas de cuatro canciones -la que da título al trabajo más ‘Van Vogue’, ‘212’ y ‘Liquorice’- pero su éxito está más que asegurado.

Razones para lanzar este aserto no faltan. La crítica se ha rendido al talento de la artista de Harlem desde que estrenase hace unos meses ‘212’, un tema en el que colabora con Lazy Jay y cuyo videoclip cuenta ya con más de quince millones de reproducciones en YouTube. Enfundado su menudo cuerpo en unos shorts y una camiseta de Mickey Mouse, Azealia muestra en él un extraordinario sentido del ritmo, una descarada actitud imprescindible para triunfar en este campo y una seductora sonrisa acompañada de una luminosa mirada con la que deja claro que es consciente de las numerosas armas con que cuenta para hacer saltar la banca dentro de un estilo cada vez más dominado por féminas como Nicki Minaj o M.I.A.

Un deslumbrante debut que llevó a la revista británica ‘NME’ a colocarla en el tercer lugar de la lista anual que elabora sobre los músicos destinados a dar la campanada en 2012 y que le sirvió para conseguir el ansiado contrato discográfico y empezar a actuar en festivales tan importantes como el de Coachella, donde además de interpretar sus temas, versionó una canción de Amy Winehouse (‘Valerie’) y otra de Prodigy (‘Firestarter’).

Una escalada vertiginosa

La trayectoria de Azealia es vertiginosa. Criada en solitario por su madre después de que su padre falleciese cuando ella apenas contaba con dos años, mostró desde su más tierna infancia predilección por el mundo artístico. Participó en varios musicales con la Tada Youth Theater en Manhattan e incluso logró hacerse con el rol principal en algunos de ellos. Más tarde se matriculó en la prestigiosa La Guardia High School of Performing Arts, aunque no llegó a completar sus estudios. Soñaba con dedicarse a la actuación pero, sobre todo, con cantar.

La oportunidad de materializar ese sueño le llegaría en 2009 con ‘Gimme A Chance’, una canción producida por DJ Diplo que le abriría las puertas de XL Recordings, que la pondría bajo la tutela del productor Richard Russell. Para ese entonces se hacía llamar ‘Miss Bank$’, otra muestra más de la seguridad con la pisaba el asfalto. Sin embargo, el idilio duró poco y Azealia rompía el contrato a causa de un conflicto de ideas.

A partir de ese momento, optó por llevar ella misma las riendas. Se fue a vivir a Montreal y empezó a grabar sus canciones. No necesitaba ‘padrinos’. YouTube sería su trampolín. El primer salto lo dio con ‘L8r’ y con ‘212’ ejecutó el definitivo.

Una letra de alto voltaje convertida en fenómeno viral que no pasó desapercibida para Paul Epworth, uno de los productores más solicitados gracias a la fantastica labor que desempeñó en el álbum ’21’ de Adele. Junto a él prepara Azealia Banks su primer disco, que llevará por título ‘Broke with Expensive Taste’ y que verá la luz en septiembre. Llegará entonces el momento de comprobar si la neoyorquina es capaz de robarle el primer plano a Nicki Minaj. Aunque quienes se pasen por el Matadero de Madrid el 22 de junio tendrán ya buenos elementos para valorar, al ser uno de los grandes reclamos del Día de la Música.

Fuente: eldiariomontanes.es





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