Las tabletas se han hecho mayores a pasos agigantados. Apple, creador del iPad, tiene mucha culpa, pero también la agilidad de la mayoría de los fabricantes, capaces de subirse al tren en marcha con extraordinarios reflejos. En apenas un par de años, el dispositivo se ha consolidado como categoría de producto y se ha erigido casi como salvadora de una industria informática.
Las menores ventas tanto de ordenadores portátiles como de sobremesa se han compensado con el tirón de este tipo de artilugios de pantalla táctil, conexión inmediata a Internet y gran facilidad de uso.
No hay vuelta atrás
En este nuevo universo, España puede presumir en el mundo como el país más interesado en el uso de tabletas en el ámbito corporativo. Así se desprende de un estudio realizado por Cisco Systems en el que se afirma que el 90% de los
responsables de tecnologías de la información opinan que el gadget se generalizará en los próximos dos años. No hay vuelta atrás en un fenómeno que ha demostrado en muy poco tiempo que no se trata de un capricho para jugar o
presumir. Las principales aplicaciones, según el mismo estudio, son la compartición de documentos y el correo electrónico. A lo anterior se suman las videoconferencias, la mensajería instantánea, el acceso a bases de datos
corporativos y la sincronización con otros dispositivos de uso laboral.
Cisco también apunta que Alemania es el mercado donde más extendido está el uso de tabletas en el área comercial, con una presencia del 31% frente al 21% de la media global y el 19% registrado en España. Por todo lo anterior, no es extraño que la próxima generación de portátiles, conocidos como ultrabook, incorporen muchas de las novedades rompedoras de las tabletas. Entre todas ellas sobresale la conexión a la Red en apenas dos segundos.
Fuente: eleconomista.es
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