Después del inmenso vacío que dejo en Cannes, Angelina Jolie ha reaparecido, y no lo ha hecho al lado de Brad Pitt, sino junto al ministro británico de Relaciones Exteriores William Hague. Esta extraña pareja se reunió ayer en Londres para hacer público el lanzamiento de una campaña británica contra los abusos sexuales en zonas de guerra.
La actriz de 36 años, comprometida con Brad Pitt, no ha dudado en mostrar todo su apoyo a esta particular cruzada del ministerio de Relaciones Exteriores que forma parte de las iniciativas de la próxima presidencia británica del G8. Los británicos quieren constituir un equipo de médicos, abogados, policías, psicólogos y expertos susceptibles de ser enviados a los lugares de conflicto para recoger testimonios de víctimas de la violencia, respaldar a misiones de Naciones Unidas y formar a las autoridades de los países concernidos.
El abuso de poder y las continuas violaciones fue el tema central en el que Angelina basó su primera película como directora, En tierra de sangre y miel, estrenada en febrero pasado en el Festival de Berlín y proyectada ayer con motivo de esta campaña. La cinta narra la historia de una musulmana violada y esclavizada en un campo en Sarajevo y de su amante serbio, que se convierte en uno de sus captores, durante la guerra de Bosnia (1992-1995).
“La violación y otras formas de violencia sexual han sido utilizadas como armas contra las mujeres en conflictos en todo el mundo”, dijo Hague. “No tendremos éxito en construir una paz duradera en zonas de conflicto salvo si damos al tema de la violencia sexual la posición central que merece, junto al otorgamiento de poderes políticos y económicos a las mujeres y a su papel vital en la construcción de la paz”, agregó.
Según el Foreign Office británico, hasta 50.000 mujeres fueron violadas durante la guerra de Bosnia, y otras entre 50.000 y 64.000 en Sierra Leona durante la guerra civil (1991-2002). El Reino Unido busca alentar a las víctimas a testificar para que más autores de estos crímenes puedan ser condenados durante su presidencia del G8 en 2013.
Enfundada en un discreto vestido azul noche con un estudiado escote, Angelina Jolie, que es embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y ha estado en varias ocasiones en zonas del conflicto, en Irak, en Darfur y en Libia, fue fotografiada hablando y riendo con el secretario de Defensa, Philip Hammond y con el de ministro de Igualdad Lynne Featherstone, con los que la actriz puso algunos puntos en común.
Fuente: hola.com
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