Se trata de una extensión del servicio Trade in donde la compañía compra libros, películas, series, videojuegos y productos de electrónica ya utilizados.
El servicio de compra de productos por parte de Amazon.com denominado Music Trade in, determina que CDs compactos admite para su compra y cuales no. Para ello tiene un criterio de elegibilidad de productos. En primer lugar sólo aceptarán aquellos discos que sean legibles y están en buen estado. Una vez que son aceptados, se determina el valor que pueden tener.
Una vez que se determina el precio de los CDs usados, Amazon envía al usuario una etiqueta de envío y una hoja de embalaje para enviar los artículos de manera totalmente gratuita. Cuando la empresa recibe los discos de música, manda una tarjeta regalo para realizar compras en la empresa, que será depositado en la cuenta del usuario.
Los precios que se estiman son variados, ya que oscilan entre los 0,50 dólares de dólar (0,38 céntimos de euro) y los 10 dólares aproximadamente (7,60 euros). Por ejemplo, un disco de Paul McCartney como Flowers in the Dirt está valorado por 0,45 dólares (0,34 céntimos) mientras que Kisses on the bottom está a 2,40 dólares (1,82 euros). Los discos de Julio Iglesias, por ejemplo no superan los 4 dólares (3,03 euros).
Este precio se estima dependiendo de las búsquedas de cada tipo de música en la tienda. Cuanto más se busque más valor tendrá. En las condiciones de esta transacción dejan la posibilidad abierta a la contraoferta, esto puede darse principalmente porque los productos no estén en las condiciones especificadas. Si esta contraoferta se rechaza, los CDs se devolverán al usuario de forma totalmente gratuita.
Además, Amazon ha tenido el detalle de dar más dinero si considera que los CDs tienen mayor valor del que el vendedor considera. Este servicio promete ser un éxito ya que cada vez más se están dejando de usar los CDs, y se acumulan en las casas, siendo una manera rentable de deshacerse de ellos. De momento este servicio sólo está disponible en EEUU pero pronto llegará a Europa.
Fuente: eleconomista.es