Hay muchos puentes a lo largo y ancho de Europa que reciben el sobrenombre de “el puente del Amor”. Uno de los más desconocidos, aunque no por ellos menos recomendable, es el Мост Љубави (Most Ljubavi), sobre una corriente de agua en la localidad serbia de Vrnjacka Banja, a unos 200 kilómetros al sur de Belgrado.
Esta ciudad balneario es uno de los destinos más demandados por el turismo doméstico serbio, lleno de lugares y edificios históricos, en el que brotan media docena de fuentes de agua con propiedades medicinales. Además, es un destino donde las parejas van a prometerse amor eterno, atraídos por la leyenda de su famoso puente.
La historia se remonta a la época de la Primera Guerra Mundial. Justo antes de que estallara la contienda, dos jóvenes del pueblo, una profesora de la escuela local llamada Nada y un joven soldado llamado Relja, se comprometieron. Cuando acabara la guerra, se casarían. Pero Relja fue enviado a Grecia donde se enamoró de otra mujer y jamás regresó a su ciudad natal.
Como la Penélope de la canción de Serrat, Nada siguió esperando en vano el regreso de su amado hasta el fin de sus días, muriendo triste, enloquecida y sola. Con el tiempo, las chicas en Vrnjacka Banja, para no acabar como la pobre Nada, iniciaron la costumbre de colocar candados en el puente en los que figuraban inscritos sus nombres y los de sus amantes.
Ahora el puente está decorado con miles de candados como un monumento agridulce al amor eterno.
Fuente: EscapadasEuropa.com
Artículos relacionados
Etiquetas: amor, puente, serbia, vrnjacka banja