Nunca he sido demasiado fan de Mario. Nunca lo he visto como ese gran personaje protagonista de decenas de obras maestras. Nunca le he visto ese carisma que se le atribuye. Pero, pese a eso, he disfrutado como un enano de títulos como algún que otro Mario Party y el más reciente Super Mario 3D Land que, por cierto, me pareció un auténtico juegazo portátil.
Eso sí, el principal punto flaco que le veo al personaje es su extrema sobre-explotación. Que se anunciaran dos juegos pertenecientes a una misma saga para final de año, pese a pertenecer a plataformas distintas, me parecía algo preocupante. No solo porque está demostrado que Mario puede dar mucho más de si mismo en títulos algo más “innovadores” y diferenciados como los excelentes Galaxy, por poner un ejemplo. Además de esto, la mala época creativa en la que se encuentran los diseñadores ha quedado patente. Así pues, centrándonos en el cercano New Super Mario Bros 2, se utiliza el reclamo de la suma importancia de las monedas, de los modos añadidos para conseguir oro como locos y de una gran sorpresa que nos aguarda cuando consigamos la exagerada cantidad de un millón de dólares.
Han sido muchos los análisis salidos hasta el momento y algo que saltaba a la vista antes de ellos y se ha corroborado es la falta de originalidad en muchos niveles, reciclando y tomando ideas prestadas de entregas anteriores. Algo que, siendo claros, podríamos considerar un refrito con alguna que otra novedad intrascendente. Y es que, aunque no lo parezca, el tema de las monedas se queda en algo anecdótico e intrascendente. Pues ese tan costoso y ansiado desbloqueable al alcanzar el millón de monedas no es más que un fondo de pantalla. Sinceramente, me parece deplorable que Nintendo dejara correr rumores de que nuevos niveles, e incluso personajes, fueran conseguidos al llegar a tal cifra.
Nombrando otra vez Super Mario 3D Land como buen ejemplo de un juego del fontanero, comentaré que al pasarnos el juego, conseguir cierto número de estrellas secretas y algún que otro objetivo más desbloqueábamos nuevos niveles, versiones más complicadas y a Luigi como personaje jugable. En cambio, no solo ya se han anunciado futuros DLC’s para este NSMB2, si no que ese desbloqueable del que tanto se hablaba y que, al fin y al cabo era el objetivo final del juego (para qué queremos tantas monedas si no) es un simple salvapantallas.
Estamos metidos en una generación donde la variedad y originalidad no es uno de los principales fuertes. Es más que usual el escuchar y leer montones de quejas por la repetición de esquemas jugables como la infinidad de FPS clónicos o, sin ir más lejos, la extensísima saga Call of Duty. Nunca se ha metido a Mario en este saco puesto que son muchos juegos distintos los que protagoniza y lanzados en un amplio lapso de tiempo. Pero cada vez más se nota la desilusión ante un nuevo Mario. Y es que los usuarios no somos tontos y, sobre todo, este NSMB2 no derrocha la originalidad, imaginación y diversión clásica en los Marios “de verdad”.
Fuente: Mundivideojuegos.com
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