El pasado mes de julio, la casa donde Steve Jobs pasó los últimos años de su vida, fue asaltada por unos individuos. En aquel momento no se encontraba nadie en el lugar, ya que lleva en remodelación desde hace varios meses. En total, los ladrones se llevaron un botín valorado en más de 60.000 dólares.
Entre el material robado se encontraban ordenadores, joyas y otros objetos personales, según declaró la policía de Santa Clara. No se sabe si parte del material robado pertenecía al mismísimo Steve Jobs, a su esposa Laurene Powell o a otro miembro de la familia, ya que esa información no trascendió a los medios.
De momento solo se ha detenido a un sospechoso: Kariem McFarlin, de 35 años, que se encuentra en prisión preventiva. El 20 de agosto tendrá lugar su primera declaración ante el juez. Al parecer, el acusado desconocía que esa era la casa donde solía residir Steve Jobs. Los investigadores creen que fue una coincidencia y que la casa del co-fundador de Apple no era un objetivo planificado.
Fuente: actualidadiphone.com
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