Belgrado se ha recuperado en la última década de una forma espectacular. Los turistas extranjeros han vuelto a visitar en gran número la ciudad después de desaparecer por completo en los 90 debido a la guerra que se vivió en los Balcanes.
La capital de Serbia es una ciudad joven y dinámica, famosa por su efervescente su vida nocturna. Sus bares musicales y discotecas albergan a visitantes venidos de países vecinos como Croacia, Bosnia y Herzegovina y Eslovenia durante los fines de semana.
Pero la ciudad también guarda como un tesoro sus tradiciones, algo que puede contemplarse en “Skadarlija”, la parte antigua de la ciudad, que conserva el mismo aspecto que tenía en el siglo XIX. Casas de la época, aceras de piedra y restaurantes donde degustar los platos típicos de la gastronomía serbia.
Belgrado –poblada por más de un millón y medio de habitantes– se ha vuelto a ganar la confianza del turismo internacional, al que ha demostrado sus ganas de dejar atrás el conflicto y mirar al futuro con optimismo.
Fuente: EscapadasEuropa.com
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