El archipiélago balear es uno de los principales centros turísticos preferenciales del Mediterráneo debido a sus temperaturas suaves, pudiendo disfrutar más de 300 días de sol al año.
Sus bellos paisajes, sus playas, sus áreas protegidas y sus posibilidades de ocio o relax la han convertido en uno de los lugares más codiciados del mundo.
La mayoría de los viajes Mallorca son realizados por turistas europeos que desean disfrutar del exotismo de sus playas, sus hoteles en primera línea del mar y su patrimonio cultural.
El hospedaje en las islas es de gran variedad y calidad, tanto en las cercanías de la costa como en el medio rural.
Durante su estancia, los turistas pueden adquirir productos típicos como artesanía en vidrio, bordados, piel, joyería, cerámica, artículos en plata, etc. Así como también pueden disfrutar de una cocina tradicional muy variada, reflejo de arraigada tradición pesquera y campesina.
La arquitectura en todos sus estilos está reflejada en monumentos tales como castillos, iglesias y santuarios, haciendo que el visitante tenga a su disposición un abanico de posibilidades muy interesante para disfrutar de diversos itinerarios.
La vida nocturna también es muy variada, pudiendo combinar las mejores propuestas de ocio con preciosos paisajes mediterráneos y el más “movido” ambiente nocturno.
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