En la tradición de Richard Burton, Marlon Brando o Russell Crowe, Jeremy Renner ha desarrollado la habilidad de reflejar la complejidad emocional del hombre de acción, algo que vuelve a hacer en El legado de Bourne, que ha presentado hoy en Madrid y en la que recoge el testigo de Matt Damon. Jeremy Renner es el nuevo héroe de un género poco dado al prestigio interpretativo pero que, en cambio, a él le ha reportado dos nominaciones al Óscar consecutivas, por En tierra hostil y The Town. “Aunque no lo parezca, dar un matiz emocional al personaje es especialmente importante en el cine de acción, porque hay pocas escenas dedicadas al desarrollo dramático del personaje”, explica a EFE en una entrevista. Renner, que era desde El mito de Bourne un fan absoluto de la saga, interpreta a un nuevo personaje, Aaron Cross, que como su antecesor también ha sido manipulado genéticamente para convertirse en una verdadera máquina de matar, pero que irá buscando esa identidad borrada por los avances médicos. Pese a su defensa del entramado emocional de la película, explica la vocación de entretenimiento de la misma: “No queremos decir: ¡cuidado, la genética es peligrosa! Simplemente, es un telón de fondo interesante”, asegura. Para él, rodar “El legado de Bourne” desde los bosques nevados de Canadá -donde tiene una espectacular secuencia contra un lobo- a las cálidas y sobrepobladas tierras de Manila, ha sido una de las experiencias más divertidas de su carrera, por lo que no descarta repetir como Aaron Cross o incluso forzar un cara a cara con el mismísimo y original Jason Bourne, Matt Damon. “Tony Gilroy tenía la idea de continuar la saga, porque lo que ha habido hasta ahora es estupendo, pero ampliar y dar más posibilidades tanto como para que Matt Damon vuelva a hacer más películas, que siga haciendo yo o incluso los dos juntos… las posibilidades son infinitas, simplemente tenemos que escuchar lo que pide el público”, asegura Renner.
Fuente: hola.com
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Etiquetas: El legado de Bourne, Jeremy Renner, protagonista