Son los estudios que garantizan una mayor proyección laboral, el medio por el que alcanzar más fácil y rápidamente la élite en el mundo de las finanzas. Alrededor de los programas de MBA se han creado algunas ideas, en muchos casos equivocadas, que llevan a confundir al estudiante, quien posteriormente se cree sencillamente engañado. Un MBA es un complejo proceso de aprendizaje en el que entran en juego varios aspectos a tener en cuenta para saber que tanto tiempo como dinero están bien empleados. El primer error del estudiante de un MBA es creer que el coste del programa podrá amortizarlo rápidamente, a corto plazo. Un MBA es una cuantiosa inversión que no se recuperará en el primer año. Deberás contar en un principio con la duración del programa (que puede incluso alcanzar los dos años), más uno o dos años en los que probablemente no alcances una nómina lo suficientemente importante como para rescatar todo el coste inicial. Es normal que tengas que demostrar tu valía y alcanzar algo de experiencia para ser un profesional valorado. De media se necesitan aproximadamente, desde el inicio del MBA, 3-4 años para poder apreciar una recuperación de toda la inversión.
Otro error muy frecuente es el pensar que solo estudiando en alguna de las más reputadas escuelas de negocio se puede conseguir triunfar posteriormente y ser mejor reconocido. Si bien es cierto que en nuestro país hay varios centros de estudios de MBA situados en los primeros puestos del ranking mundial de escuelas de negocio por la calidad de sus programas, la cualificación de su claustro de profesores o sus buenas relaciones con mercados internacionales, tampoco puede obviarse que todas las escuelas de negocio tienen programas de buena calidad que pueden adaptarse a lo que necesitamos realmente como más adelante veremos.
Como hemos desarrollado hasta ahora, del MBA se tiende a pensar a veces de manera equivocada. Al finalizar el artículo dejamos en el aire la idea de que solo puede conseguirse un prestigio si se estudia en una de las “grandes” escuelas de negocio que existen en nuestro país. Hoy matizamos esta verdad a medias y aclaramos otros cuantos conceptos alrededor de este postgrado de negocios.
Estudiar en una escuela de negocios de renombre y prestigio en España es sin duda un elemento diferenciador. Que hayamos podido pasar el complejo proceso de selección que marcan estos centros ya añade cierto valor a nuestro perfil, y llegar pagar el alto precio por uno de estos programas sin duda denota una mayor preocupación y compromiso con nuestra futura función directiva. No obstante, puede que tal inversión no nos sea necesaria porque a lo que aspiramos es a regentar con mejor capacidad y competencia una empresa familiar o un pequeño negocio local y no tengamos mayores pretensiones.
En este ejemplo realizar otro tipo de MBA cubriría perfectamente nuestras necesidades. El MBA, sin duda alguna, ha de estar enfocado al mercado laboral en el que se moverá el futuro profesional. Dentro de un país con un tejido empresarial donde los sueldos no son altos, ni en puestos de ejecutivos, puede que no sea tan rentable gastar tanto dinero por el hecho de que se produciría un retorno de la inversión mucho más lento.
“Un MBA online es mucho peor que uno presencial”. También dependerá de lo que esperes y busques con el programa. Si dispones de tiempo y tu pretensión es seguir un MBA Full Time (a tiempo completo) probablemente la opción presencial sea la más acertada. En cambio, puede que solo te interese adquirir una preparación especializada en un área en concreto. Si a esto le añades que debes compaginar estudios con trabajo entonces un MBA online puede ser lo mejor. (formacionyestudios.com)
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