Se acabó la cuenta atrás. Tras anunciarlo el año pasado y ampliar el límite de tiempo hasta el 1 de junio, Apple ya obliga a que todas las aplicaciones de la Mac App Store utilicen la técnica del sandboxing para aumentar la seguridad tanto de las mismas aplicaciones como la del sistema operativo en general. Y viendo cómo está este tema últimamente, esta medida completamente transparente para los usuarios no está de más.
A grandes rasgos: el sandboxing implica que las aplicaciones que los desarrolladores publiquen en la Mac App Store debe acceder a los recursos del sistema a través de un conjunto de herramientas que ofrece Apple, y no de forma directa o con métodos no oficiales. Así se consigue que cada aplicación use su propio conjunto de recursos y no interactúe ni con otras aplicaciones ni con el sistema, lo que principalmente se traduce en una mayor seguridad. Pero según los desarrolladores no todo son ventajas.
Aunque también se han abierto nuevas posibilidades, hay funcionalidades que no se pueden implementar utilizando las herramientas que proporciona Apple, y algunos desarrolladores se han visto obligados a eliminar características de sus programas sólo para cumplir con las normas.
Un ejemplo es el del editor de imágenes Acorn, con la función de poder exportar formatos de imagen simplemente añadiendo la extensión que queramos al escribir el nombre del fichero a guardar. Para poder conseguir eso hay que acceder al sistema de forma directa, y ahora Apple ha dejado de permitirlo. Otras características como el uso de AppleScript también se verán limitadas.
El editor BBEdit también ha sufrido las consecuencias: funciones como la búsqueda de un texto en varios archivos simultáneos, AppleScript, visión de carpetas en tiempo real a medida que se trabaja en un proyecto… este programa tiene un buen puñado de ventajas que no van a poder implementarse con el sandboxing. Luego están los peores casos, como los de las aplicaciones Moom, Witch y Time Sink que tendrán que ser retiradas de la Mac App Store porque su mismo concepto no puede funcionar con las herramientas que Apple proporciona para implementar el sandboxing.
El resultado será que para algunos desarrolladores la mejor opción será salir de la Mac App Store y ofrecer todas esas ventajas de la forma “clásica”, desde la web oficial. Y eso significa fragmentación en la oferta de programas, justo lo contrario que quieren en Cupertino con la Mac App Store (que es centralizarlo todo en un catálogo oficial).
Teniendo en cuenta de que la medida se justifica para garantizar la seguridad de OS X, lo mejor que podría hacer ahora Apple es centrarse en ofrecer todas esas ventajas que se han quedado fuera dentro de las herramientas disponibles para cumplir con las exigencias del sandboxing. Cuestión de ponerse a ello, y progresivamente ir anunciando a los desarrolladores que ya se pueden utilizar ciertos aspectos del sistema de modo que se acepten en la Mac App Store.
Fuente: applesfera.com
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