Facebook sólo es negocio en términos de audiencia publicitaria, todo los demás es humo. Su valor puede medirse con dos raseros distintos. Desde el punto de vista cuantitativo, la red social cuenta con más de 900 millones de usuarios registrados, una cifra a la que sólo puede equipararse eventos deportivos puntuales, que se celebran de tarde en tarde, como la final de un Mundial de Fútbol, la ceremonia de inauguración de unos Juegos Olímpicos o la propia Superbowl estadounidense. Sin duda, tantas personas unidas por la misma herramienta conforman un maná cuya explotación comercial todavía está por descubrir.
Pese a la magnitud de la creciente audiencia de Facebook, más que toda la población de UE y EEUU juntas, el gran valor de Facebook se debe ponderar desde el punto de vista cualitativo. Bajo ese baremo, los inversores que apuesten por la puntocom deben cruzar los dedos para que la firma de Marck Zuckerberg dirija su mirada hacia las empresas, no sólo hacia los ciudadanos particulares. Por lo tanto, la nueva cotizada será de oro en el momento en el que millones de compañías pasen por caja de Facebook para acceder a su colosal base de datos. La red social acumula información segmentada de la sexta parte de la población mundial, precisamente el porcentaje realmente interesante para los negocios.
El problema de todo lo anterior es que no existen herramientas capaces de rentabilizar en la actualidad toda el potencial de ese negocio latente. Será cuestión de tiempo. Por lo tanto, los inversores de Facebook debería tomarse su aventura como una relación a largo muy largo plazo.
Jim Snabe, co-CEO de SAP, tiene claro que “el mundo no logrará ser más productivo porque podamos ver vídeos en Facebook, hablar con amigos o familiares o por subir contenidos personales… pero si aprovechamos la red social para los procesos de negocios y el flujo de información en tiempo real podemos cambiar el mundo”, explica en este artículo. El mismo experto asegura que el networking online calará muy pronto entre las empresas. Cuando eso ocurra, Facebook se convertirá en la máquina de hacer dinero con la que sueñan los inversores que ayer dieron las órdenes de compra. Mientras que esto último no ocurra, Facebook y sus 900 millones de usuarios no son más que una burbuja, tan difícil de rentabilizar como otras muchas redes social igualmente prometedoras.
Fuente: eleconomista.es
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Etiquetas: Facebook, herramienta, publicitaria