La escritora Roser Amills ha publicado un libro titulado “Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia”, donde además de hechos históricos sobre sexo y vicio, recoge algunas anécdotas de nuestros famosos.
En el libro de Roser Amills cuenta como la policía descubrió a Mick Jagger en una redada en la que se buscaba drogras, comiendo una chocolatina entre las piernas de Marianne Faithfull. Si es que el chocolate es adictivo.
Entre los más ardientes se nos muestra el actor estadounidense Warren Beatty, al que su biógrafo Peter Biskind le ha contabilizado 12.775 mujeres a lo largo de su carrera, con las cuales cumplió religiosamente como contaba la actriz Joan Collins, una de sus amantes, “Los hacíamos tres o cuatro veces al día y era capaz, al mismo tiempo, de responder el teléfono”. Para que luego digan que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez.
Apartado especial merecen los lugares donde se lo montan nuestras celebrities; Sánchez Dragó dice haberlo hecho detrás de un confesionario en la Catedral de Sigüenza y nos imaginamos que con el Doncel mirando, pero por lo visto a este escritor no le van mucho las comodidades de la cama porque también presume de habérselo montado en el ferry Algeciras-Tánger o en la barra de un bar de Torremolinos.
Scarlett Johansson en cambio siempre ha manifestado que le gustaría hacerlo en el asiento trasero de un coche, pero que teme que la pillen los paparazzi.
Después vienen las prácticas menos comunes; por ejemplo a Madonna le gusta besar los pies, Amy Winehouse admitió que le iba el spanking, vamos, que la azotaran en el trasero, Trudie Styler, esposa del cantante Sting, se ha vanagloriado de practicar el intercambio de parejas y frecuentar junto a su marido los clubs de sexo y George Michael es un aficcionado al dogging, o lo que es lo mismo, el sexo con desconocidos practicado en sitios públicos como parques, aparcamientos o baños públicos, por lo que el cantante ya ha sido detenido alguna vez.
El libro no tiene desperdicio y no se olvida las dos mamadas más nombradas de los últimos tiempos la del Presidente de los Estados Unidos Billy Clinton y la del actor británico Hugh Grant.
Y es que si pudiésemos mirar a nuestros famosos por el ojo de la cerradura, ¿quién crees que nos iba a sorprender más?
Fuente: marujeo.com