El escenario, los vestidos, la música… Todo se conjuga a la perfección para que el Baile de la Ópera Estatal de Viena siga siendo, año tras año, y ya suma casi 60, uno de los acontecimientos sociales más importantes de Europa. Y en 2013 no lo va a ser menos, así que no pierdas la ocasión y ve eligiendo traje, porque es una experiencia única para vivirla una vez en la vida.
En Viena se organizan más de 300 bailes al año: el del Emperador en el magnifico escenario del Palacio Imperial, en el mismo lugar, el de los Cafeteros (Kaffesiederball) y el de los Pasteleros (Zuckerbäckerball), que suelen alargarse hasta el desayuno en el café Landtmann, pero el baile mítico por excelencia es el que tiene lugar en la Ópera Nacional de Viena. Un fastuoso evento que tiene sus raíces en las noches de baile celebradas en los palacios aristocráticos de Viena durante el siglo XVIII.
Con su deslumbrante mezcla de ballet, polonesa y vals, el Baile de la Ópera es el aroma de la grandeza del imperio de los Habsburgo y se ha convertido en una de las mayores citas de la sociedad romántica europea del año, al que acuden una ecléctica variedad de aristócratas, burgueses y bohemios. La velada se inicia con los alrededor de 5000 asistentes puestos en pie, junto con el Presidente de la República desde su palco, cantando el himno de Austria. Y continúa con el desfile de los Debutantes, más de un centenar de parejas de jóvenes entre 17 y 24 años que debutan en la alta sociedad vienesa. La fiesta, en la que también hay actuaciones de grandes estrellas de la ópera, termina a las 5 de la madrugada con la pieza de música Brüderlein fein.
Las entradas van desde los 15 € para asistir de pie como espectador al ensayo un día antes a los 250 €, aunque los precios se disparan si se opta por reservar mesa para la cena.
Fuente: hola.com
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