¿Has pensado alguna vez en dejar Internet? Sin duda es una gran pregunta que conlleva una gran responsabilidad. Podríamos dividir los usuarios de Internet en 2+2: los que trabajan con Internet (los que viven de ello y los que lo usan como servicio) y los que usan Internet (los enfermos y los que lo usan).
La siguiente pregunta es ¿debo dejar Internet? y esa es la que hace un par de años me hice… y sobre la que estoy dando vueltas desde entonces… sin duda la respuesta en aquellos tiempos fue que sí, que debía de reducir mi uso de estar todo el día y no poder desconectar o pensar ni un minuto a poder irme un fin de semana y que no pase nada (bueno, que se acumule el correo, pero eso es poco importante).
Otra de las decisiones que tomé en su día es cómo hacer uso de las redes sociales… por ejemplo, para mi Facebook es un sitio donde realmente tener amigos, o gente con la que tengo cierta relación. Facebook se creó originalmente para poner en contacto compañeros de facultad, y un poco es mi uso, tener a mis compañeros de la EGB, el instituto… gente que de otra manera no tendría en contacto. El uso de red de Flickr para mi no es importante, aunque tengo una cuenta “pro” porque me apetece almacenar mis fotografías. Para acabar LinkedIn y twitter; en el primer caso añado a quien me lo pida aunque no sepa quién es… uso la red de contactos para precisamente eso, contactar con gente con la que necesito algo a nivel laboral, pero nunca personal (o sea, hago su uso original)… y twitter, al final he decidido separar las cuentas en una profesional y otra personal, y voy publicando las cosas según toca. La personal es más para explicar mis cosas del día a día, mi vida o lo que hago, y la profesional es lo que es, para mantener conversaciones, en principio, de temas más profesionales.
Sin duda las decisiones de uso de la red están haciendo que cambie mis preferencias y que me dedique más tiempo a cosas que antes no hacía. Es cierto que hay épocas con picos en las que uno ha de ponerse a trabajar sí o sí, pero creo que me estoy haciendo mayor para programar webs en HTML y CSS, algo que llevo haciendo desde el 97 y, aunque no me importa hacerlo, creo que ya no es lo que me toca hacer. Incluso, en algunos casos, me pasa con el SEO. Es algo que me apetece, me gusta analizar los sitios, no me importa hacer informes, pero me revienta que luego los clientes no apliquen las cosas tal y como se les dice (y que conste que se puede hacer todo lo que se les pide, y si no, se les da alternativas).
Mi situación personal hoy en día me permite tomar ciertas decisiones que van por este camino… ahora puedo decidir si irme un poco por la tangente y, por ejemplo, volver a dedicarme a programar, simplemente, o dejar que alguna de las empresas que de tanto en tanto lanza la caña me fiche para ejercer de alguno de esos nombres tan chulos que, al final, se convierte en “jefecillo de algo”. Otra opción es seguir haciendo las cosas pero organizándome de otra manera. En cualquier caso, la “incompatibilidad” profesional-personal es un hito que estoy consiguiendo, y quizá con eso sea suficiente.
El siguiente paso y pregunta es… ¿se puede llegar a desconectar de Internet? Creo que para la generación actual la respuesta es negativa, aunque positiva con matices. Siempre que hablo de esto acabo diciendo que algún día me iré al monte a criar cabras, pero bien es cierto que los que ya tenemos cierta edad en esto de Internet, por lo general, estamos cansados “del Internet actual” y nos gustaba más cómo era antes. No sabría explicarlo, pero los pre-2000 seguro que me entienden. Quizá sea simplemente la emoción, la chispa, que ya la hemos perdido… mucha de la gente que conozco de “la antigua Internet” ahora, aunque siguen en el sector, ya no se dedican, han pasado de ese vivir-de a usar-la.
Supongo que desconectar es un poco difícil. ¿Qué hacer sin correo electrónico? ¿Qué hacer sin mensajería instantánea? Sí, el teléfono todavía existe, pero tener una llamada para algunas conversaciones que se tiene por mensajería es simplemente absurdo… Dejar Internet es inviable, pero convertirte en un usuario que hace uso de sus herramientas sí que es algo factible… seguro que más de uno que usa iTunes y otras aplicaciones no sabe tan siquiera que está usando Internet aunque no abra el navegador para entrar en Google y buscar algo… en ocasiones me gustaría ser así, y el resto del tiempo, cuidar cabras y ovejas en el alto de la montaña… como Heidi, pero con un iPhone.
Fuente: Javiercasares.com
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