A principios de año, concretamente el 9 de febrero, Google lanzaba su apuesta social Buzz a la red de redes. Desde el principio, por estar integrado en Gmail, el nuevo servicio tuvo gran cantidad de críticas debido a los problemas de privacidad, ya que para darse a conocer Google usaba a los usuarios del servicio de correo electrónico.
Siete de éstos demandaron al gigante de Internet y acaban de ganar el juicio. En total, la compañía tendrá que pagar 8,5 millones de dólares (6,6 millones de euros), sólo unos 2 millones irán a parar a los demandantes, mientras que el resto quiere concederse a organizaciones dedicadas a educar a los usuarios sobre la privacidad en Internet.
Aunque Google sigue negando los cargos por los que se le acusa, la firma de Mountain View asegura que cambiará su política de privacidad y la hará más transparente y comprensible. Suponemos que estos cambios beneficiaran a la nueva red social que parece estar preparando, GoogleMe, de la que aún no se sabe a penas nada.