Hunter tiene vida más allá de la lluvia. La prestigiosa marca inglesa, cuyas codiciadas botas de agua lanzó a la fama una Kate Moss llena de barro en el Festival de Glastonbury de 2005, lanza una colección de bailarinas.
Hunter actualiza el modelo clásico y lo adapta a su diseño: Realizadas en el mismo material que las botas, con su vistoso logotipo y su característica hebilla. Sin embargo, será la puntera negra la seña de identidad de la colección Curzon.
Rosas, verdes, amarillas, azules… Un arcoíris de posibilidades para combinar nuestro ‘look’, que este año vuelve marcado por los colores flúor. Las consumidoras más sobrias también tienen su espacio dentro de la nueva gama con el clásico negro, el blanco o el gris.
Todo un icono
Las ‘celebrities’ son seguidoras acérrimas de esta firma, por lo que cabe esperar que caigan rendidas a los encantos de la ‘hermana pequeña’ de la demandada bota de caucho, también utilizaba por una jovencísima Lady Di en los 80. Pero entre sus fieles destaca Kate Moss.
En junio de 2005, la modelo convirtió en icono un calzado que nunca antes había acaparado los focos. Entre el barro del Festival de Glanstonbury se deslizaba la británica, cuya imagen, enfundada en unos escuetos pantalones grises y un chaleco negro, a juego con las botas, dio la vuelta al mundo. Siempre ha sido una visionaria.
Fuente: eldiariomontanes.es
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