Álvaro Muñoz Escassi, ese chico mono que no tiene más oficio que montar cualquier yegua que se le cruce, bien camine sobre cuatro patas o sobre dos piernas, ha sido condenado a ocho meses de retirada de carnet, 6 puntos de sanción y al pago de una multa de 500 euros.
Según parece al chico le salió mal la marcha atrás, pero no esa que practica con sus ligues, sino la marcha atrás de 100 metros que hizo con su coche para huir de un control de alcoholemia.
Y por qué iba a huir este chico tan sano y tan deportista, pues porque por sus venas no corría horchata precisamente, sino agüita de Escocia y el jinete a falta de su pura sangre conducía su coche.
Al llegar a la calle Almagro, una zona muy céntrica de Madrid, mira tú por dónde que allí habían puesto el chiringuito la Guardia Civil y estaban haciendo un control de alcoholemia.
El bueno de Alvarito que venía de fiestuki y se creyó más listo que nadie, retrocedió marcha atrás 100 metros, así en silencio y sin que nadie se enterase, pero la policía que está hartita de estos niñatos listillos, le dio el alto y le pidió los papeles.
“Mire usted señor Guardia Civil, que yo solo iba a aparcar”, se defendió el chico del hoyuelo en la barbilla, claro Alvarito y luego a dormir la mona porque diste nada menos que 0,53 de tasa de alcohol en sangre.
El episodio acabó con los musculitos del sevillano en el calabozo y los presos rifándose la vaselina.
Un taxi, Alvarito, la próxima vez te tomas un taxi, que el dinerito de los realities seguro que te dan para pagar un taxi y dejar de jugar con la vida de otras personas.
Fuente: marujeo.com